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Pacomentario: Ayotzinapa y Contrainsurgencia

Martes 26 de septiembre de 2023, por Comité Cerezo México

Hoy, 26 de septiembre, es una fecha emblemática más que se suma a la larga lista de fechas que conmemoramos como resultado de la estrategia contrainsurgente del Estado mexicano.

Tlatelolco, El Halconazo, Acteal, Aguas Blancas, El Charco, y a partir de 2014 la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

Dimos una plática a los estudiantes del Grupo de Lingüística Popular de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, si bien todos conocen sobre la desaparición forzada de los 43, se ha perdido en la maraña del análisis el por qué ocurrió, cuáles fueron y siguen siendo los mecanismos que permiten este tipo de hechos.

En nuestro taller de análisis de la realidad, partimos de la pregunta ¿Cuántas realidades existen? Si bien nos han tratado de convencer de que existen varias, muchas o tantas como personas hay en este planeta, 7,900 millones de realidades, la realidad es que está es una sola, en materia de DH el objetivo es encontrar la verdad histórica, es decir, que pasó en realidad, si partimos de que hay varias realidades, entonces la “Verdad Histórica” que construyó el Estado mexicano para justificar que no habían participado en los hechos de Ayotzinapa es una realidad o el cuento del quinto camión y un narco más poderoso que el mismo Estado es otra realidad, nada más lean el análisis pobre que hacen de los hechos que ocurren actualmente en Chiapas, dónde según, las mentes más brillantes que analizan la realidad, concluyen de manera equivocada que el narcotráfico es más poderoso que el mismísimo Estado, abonando a que el Estado evada su responsabilidad, el cual, como dice otra teoría sin fundamento en la realidad, es un Estado fallido, un Estado que quiere pero no puede, que está rebasado o simplemente es un Estado, decimos de manera sarcástica, con capacidades diferentes.

Y así podemos ir mencionando varios ejemplos de lo perniciosa que ha sido la teoría relativista de la multiplicidad de realidades, que sólo ha servido a los intereses de quienes no desean que veamos la realidad y que comprendamos que es injusta y además menos, que participemos para transformarla.

Nosotros partimos de la realidad y afirmamos que el Estado nace como un órgano de represión de una clase contra otra, nace en el capitalismo, que es el modelo económico en el que vivimos y que, para ocultar su verdadero fin, nos han vendido la idea que es un órgano que regula este conflicto de intereses entre los que quieren poseerlo todo y quiénes son despojados de todo y así nace otra idea mentira, dónde el Estado es un intermediario y por tanto es un ente neutral que resuelve los conflictos sociales.

Incluso nos han convencido que votar es la única forma que existe para cambiar el tipo de gobierno que queremos, omiten deliberadamente que en el discurso de los derechos humanos, el derecho humano a la protesta es también una herramienta que permite la transformación social, sin protesta ante las injusticias es imposible mejorar las condiciones materiales de la población mexicana.

Si no ejercemos el derecho humano a la protesta no es posible ninguna trasformación social, lo hemos visto y vivido, el voto, aunque también es un derecho que podemos ejercer, incluso ha servido para tener gobiernos con una posición más de derecha, es decir, más represivos, más asesinos, gobiernos que en los últimos tres sexenios sirvieron para convertir los derechos humanos en mercancías, así si no tienes dinero, simplemente no puedes gozar de ese derecho.

En el capitalismo, neoliberal o de Estado de bienestar, existen dos clases fundamentales y además opuestas, los fifis y los chairos como dice su presidente cabecita de algodón, la clase con el poder económico y casi siempre político, llamada burguesía y la clase que no tiene poder ni económico ni político y que es mayoría, la clase proletaria o trabajadora, por lo tanto la democracia que al gobierno y todos los partidos políticos les gusta mencionar no tiene apellido, nos han logrado convencer que democracia tiene un significado universal y no hay otro, no obstante, la democracia tiene un carácter de clase.

Existe la democracia liberal, burguesa o fifí, que es impulsada por la burguesía y que se basa en el reconocimiento de los derechos individuales sobre los derechos colectivos, o existe la democracia popular, en franco retroceso, que es la que representaría a la clase que actualmente no tiene el poder y que somos la mayoría y que se basa en el reconocimiento de los derechos colectivos sobre los individuales.

Existe otra posición, que surge en determinados y contados periodos históricos y que actualmente tiene el poder político en México, pero no el económico, y que quiere otro tipo de democracia, la democracia representativa, que es en dónde los representantes son elegidos por el pueblo para que los gobierne, sin embargo una condición para este tipo de democracia en la inexistencia de las clases sociales, por tanto es imposible construirla aún y por ello tantas contradicciones en su seno.

Con la derecha en el poder, la voluntad política para resolver el Caso Ayotzinapa es casi inexistente, la salida política para protegerse fue la creación de la mentira histórica, ahora con un gobierno socialdemócrata, la voluntad política es mayor pero tiene un límite y este es defender a los encargados de proteger a la democracia liberal.

El mismo GIEI en su último informe, lo reconoce, hubo mayor voluntad política, pero está choca con la necesidad de mantener la impunidad por parte de las instituciones responsables.

En la página 103 de dicho informe podemos encontrar el factor principal que facilitó la desaparición forzada de los 43:

“[…] la visión contrainsurgente de los jóvenes de la escuela normal de Ayotzinapa, que conlleva un estigma, es decir una marca moral negativa, asociándolos a guerrilla o revueltas, y que se muestra en el nivel de información de servicios de inteligencia del ejército, el foco de las actividades de inteligencia centradas en sus movilizaciones, asambleas y procesos organizativos, a los que desde la institución militar se asocia con guerrillas en Guerrero desde hace décadas, y todavía en la actualidad.”

El Estado mexicano y su sistema político basado en la democracia liberal, incluso en un gobierno socialdemócrata como el actual necesitan proteger con un manto de impunidad a los perpetradores y tienen que protegerlo ya que los mantiene en el poder gracias a esa visión contrainsurgente.

Esa visión es la respuesta del por qué a los estudiantes de Ayotzinapa los convirtieron en víctimas de la desaparición forzada, en la plática que dimos para poner el periódico mural que está frente a la Cafetería del Comité Cerezo explicamos que el Estado, cualquiera en el capitalismo, para lograr la opresión de la clase en el poder en contra de la clase trabajadora ha creado y usado dos aparatos de Estado: los ideológicos y los represivos; en los primeros están la Iglesia, la Escuela, la Familia y los Medios de comunicación; en los segundos, están la policía, los militares, las leyes y los paramilitares y decíamos que con estos aparatos aplican tres estrategias para mantenerse en el poder, usan la estrategia para el control social de toda población, a veces como con Calderón y Peña Nieto, fundamentalmente a través del terror, a veces como con AMLO, fundamentalmente a través de los programas sociales, medios diferentes, pero con el mismo objetivo, mantenerse en el poder.

Cuándo los Estados no logran ese control social y los subordinados se organizan para transformar sus condiciones de vida precaria a una vida digna, entonces los Estados también aplican, al mismo tiempo que la estrategia de control social, la estrategia de represión política, leyes y represiones que intentan eliminar el derecho humano a la protesta para que los subordinados acepten la forma en que sobreviven y además no se quejen.

Cuándo estas dos formas no logran aplacar a los descontentos, entonces la estrategia que se suma a las anteriores y además las subordina es la estrategia contrainsurgente, dónde todo disidente social es visto como un insurgente, guerrillero, revoltoso, terrorista, violento, socialista, comunista, anarquista o todas las anteriores juntas y revueltas.

Explicamos que los estudiantes de Ayotzinapa son alumnos de una Escuela Normal Rural, propuesta que nace para educar al pueblo, cuando Lázaro Cárdenas decreta el carácter socialista de la educación en México y aunque sólo duro un sexenio este carácter socialista, dio pie a la creación de las normales rurales y su defensa a través de su Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, y ese apellido, Socialista los coloca como objetivo de la estrategia contrainsurgente, es decir, todos los alumnos y alumnas de las escuelas normales rurales son catalogados como socialistas, comunistas, subversivos, terroristas, guerrilleros.

Por esta visión contrainsurgente todas las instituciones del Estado bajo la égida de la estructura fundamental de la democracia liberal o burguesa, el ejército, funcionaron coordinados para no sólo eliminar una amenaza a la democracia liberal, sino como un ejemplo de lo que les pasa a todos los que se organicen por tener una vida digna.

No fue mala suerte, no fue por la droga del quinto camión, no fueron malos elementos, no fue… Fue el Estado y fue porque siempre, a todos los que luchamos por un México con una vida digna para todos, se nos cataloga como “Un peligro para México” un peligro para la existencia de la democracia liberal, un enemigo al que hay que destruir.

Y a pesar de todo esto, sólo la organización y la lucha constante por construir una democracia que represente a la mayoría ha logrado conquistas sociales, incluso logró que el periodo de la guerra de la derecha contra el Pueblo que decretó Calderón y continuó Peña Nieto se frenara, logró que ganara el AMLO que hoy protege al Ejército. Fue el empuje de miles de personas que en lo más duro de la represión estatal de los últimos dos sexenios salieron a la calle, con miedo, sí, pero con la convicción de que la lucha por una vida digna es justa y es necesaria.

Y ustedes, ¿Qué democracia quieren construir?, la liberal que nos vende el sueño de la escala social echándole ganas, vendiendo gelatinas, plagiando informes de experiencia laboral o saltando de jefe de policía a Gobernador, o una que no convierta los derechos humanos en mercancías, una sociedad que de manera colectiva resuelva el cuidado de los infantes, de la esclavitud doméstica, una sociedad dónde el color de piel, el sexo o el apellido no determine el salario ni las oportunidades laborales y académicas, una sociedad donde no existan castas doradas, pero tampoco plateadas, ni siquiera las guindas, esa es la sociedad por la que estamos organizados y te invitamos a participar con nosotros para trasformar la injusta realidad que vivimos.

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