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¡No queremos una dictadura, nada de Comunismo! Dice gente de la mareada rosa, de la derecha, pues.
El domingo 18 la derecha mexicana nuevamente salió a la calle, como siempre, puras contradicciones, hicieron lo que siempre condenaron: entorpecer la circulación, afectar a terceros, generar más contaminación, bla, bla, bla, hacen, excepto tirar piedras y no por que sean pacíficos, ellos son los que piden que regrese Calderón y García Luna, hacen todo lo que condenan que haga el Pueblo cuándo lucha por sus derechos.
Pero cuándo hablamos de privilegios, ahí sí, sólo lo que ellos hagan es correcto, ellos dicen que marcharon 700 mil personas, pero no llenaron el zócalo, al que le caben 200,000, parece que la mentira es su motor, su clasismo y su racismo su marca de la casa, y su debilidad su forma organizativa verdadera.
Si bien, se llamó como una marcha por la democracia, burguesa por supuesto, pero además dónde ellos y no AMLO la condujera, si hubo votaciones y la mayoría de los que votaron, lo hicieron por la socialdemocracia, por qué entonces no aceptan a la representación de la mayoría, lo que es real es que a lo que llaman democracia es la democracia con el apellido liberal o burguesa, no quiero decir que el gobierno de AMLO no sea también una forma de democracia burguesa o liberal y el próximo PaComentario tenga de título “compañero Presidente Andrés Manuel”, nada de eso, sólo señalar la incongruencia de la derecha que por un lado condenan las marchas, pero ellos las realizan, condenan la “violencia”, pero se pelean a grito pelado contra la gente que les reclama su posición política.
Entonces la mal llamada marcha por la mal llamada democracia es un pataleo de la pequeña burguesía defendiendo a sus patrones, es decir, es una condena a los cambios micro progresistas de AMLO, ya que saben que, si se mantiene la socialdemocracia en el poder, sus aspiraciones de explotar de manera profunda y descarada al pueblo para sentirse nietos de Slim y Larrea, aunque nunca lleguen a ese nivel de grosera riqueza, son más difíciles.
Acusan siempre que los que marchan por derechos son acarreados, pero no logran que sus dos neuronas hagan sinapsis, para entender que están marchando por intereses que ni siquiera son los de ellos, marchan, bueno, en realidad, caminan, para defender los intereses de quienes nunca permitirán que sean como ellos, sin embargo, por ese sueño pequeño burgués de acumular riqueza, son capaces de votar, como en Chile por un Milei, por un Bukele como en el Salvador, bueno hasta por un Fox en México, ¡ah caray.. eso ya lo hicieron!, e incluso si ellos se ponen listos y nosotros nos atontamos, hasta nos votan a un Zelensky, un “Donaldo Trompas” u otro chaparro asesino como Calderón.
La derecha acusa que el discurso de AMLO polariza a la sociedad, pero si oímos lo que dicen los y las menos lúcidas de la derecha caminante, no podemos más que negar que el discurso polarice, al contrario ellos ya están polarizados, una sarta de mentiras que la derecha siempre usa reverbera en la cabeza de estas personas, una de ellas dice: ¡No queremos una dictadura, nada de Comunismo!, si yo fuera de las huestes rojas, me privaba de rabia, aunque es claro que sus huestes son las más famélicas de la caballada, es decir, como siempre las ideas instaladas en la cabeza de la derecha es que todo lo que no sea derecha como la de ellos es, válgame señor, comunismo, así que la polarización ya existe desde antes, sólo que ante su derrota sale a relucir la esencia “democrática”.
La gente blanca está más informada, más educada, dice una hija no encontrada de la realeza mexicana; ¡Por eso estás muerto de hambre!, responde un orgulloso descendiente de nívea tez, ante el reclamo del pueblo infectado del virus del Comunismo.
Si recibo mi apoyo, pero eso es un derecho, dice otro micro empresario liberal y remata, pero AMLO maicea a los demás con los apoyos, ah jijos, ni yo entendí.
Mientras estas expresiones salen a relucir, vimos las fotografías de fieles representantes de la burguesía que encabeza esta marcha, Vicente Fox, Osorio Chong, Margarita Zavala, Santiago Creel, Lorenzo Córdova, Carlos Alazraki, Pedro Ferriz de Con, Rosario Robles, su hija Mariana Moguel, Enrique de la Madrid, Francisco Labastida Ochoa, Mauricio Tabe, Marko Cortes, Claudio X. González, Enrique Krauze, vaya reunión, ni de una fosa séptica sale tremendo tufo.
Pero, qué nos queda a quienes desde la izquierda queremos profundizar los zigzagueos y pasos a rastras, de la actual socialdemocracia en el poder para efectivamente alcanzar la vida digna de los mexicanos en esta vida y no en 100 años, una parte de esta izquierda ve viable entrar al juego de la democracia liberal con candidatos independientes, pero su difusión es nimia, otros atacan a la socialdemocracia con los mismos argumentos de la Marea Rosa, es decir, de la derecha facha mexicana y por eso están cada vez más aislados, ¿Alguna otra opción conocen ustedes, estimados lectores o escuchas?, nos gustaría conocerla también, nosotros pensamos que si bien la mayoría de la autollamada izquierda se ha aliado con MORENA y se han desnudado como socialdemócratas, no podemos ir por ese camino, tampoco creemos que atacar los errores y zigzagueos de la socialdemocracia pase por repetir los argumentos de la ultraderecha, muchos menos decir que AMLO traicionó a quién imaginó un gobierno de izquierda, en lugar de lo que AMLO mismo avisó que sería un Estado de Bienestar.
Podemos estar débiles, si, es un fenómeno recurrente cuando la socialdemocracia toma el poder en cualquier parte del mundo, pero siempre nos queda la opción de seguir trabajando en la organización independiente de los partidos políticos del Pueblo, no sólo para desnudar los límites de la democracia liberal con rostro humano, sino también para evitar que ante el desencanto de la gente de un gobierno que no quiere ir más allá de tímidas medidas para mejorar las condiciones de vida de todo el pueblo y como en el 2000 con Fox o el año pasado en Argentina con Milei, nuevamente sea convencido de que para mejorar, otra vez por la derecha hay que votar, cuando acabe el sexenio de Sheinbaum, habrán pasado ya 30 años y recordemos que la derecha aprovecha la poca memoria de lucha de nuestro propio pueblo para convencer con discursos de supuesta libertad y democracia.
Así que ahí está la tarea principal, organizarse y organizar al y con el pueblo, para apenas aspirar a ser un referente que empuje a la socialdemocracia un poco más a la izquierda y evitemos que el desencanto nos lleve otra vez a un sexenio como el de Calderón o Peña Nieto o algo peor.