El Derecho a la Verdad

Cada 24 de marzo se celebra a nivel internacional el día del derecho a la verdad en relación con violaciones graves de los derechos humanos y la dignidad de las víctimas.

Se escogió esta fecha, debido a que es también la fecha, 24 de marzo de 1980, en que escuadrones de la muerte del gobierno salvadoreño ejecutaron extrajudicialmente a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quién tuvo un papel muy importante en la denuncia de las violaciones a los derechos humanos cometidos por el ejército salvadoreño contra su propio pueblo.

En este día se trata de promover la memoria de las víctimas de violaciones graves y sistemáticas a los derechos humanos y la importancia del derecho a la verdad y la justicia;

De rendir tributo a quienes han dedicado su vida a la lucha por promover y proteger los derechos humanos de todos y a quienes la han perdido en su empeño;

Y de reconocer, en particular, la importante labor y los valores del salvadoreño Monseñor Óscar Arnulfo Romero, promotor y defensor de los derechos humanos en su país. Su labor fue reconocida internacionalmente gracias a sus mensajes, en los que denunció violaciones de los derechos humanos de las poblaciones más vulnerables en el contexto de conflictos armados.

En un estudio realizado en el 2006, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) concluye que el derecho a conocer la verdad acerca de las violaciones manifiestas de los derechos humanos y las infracciones graves de las normas de derechos humanos es un derecho autónomo e inalienable, vinculado a la obligación y el deber del Estado de proteger y garantizar los derechos humanos, realizar investigaciones eficaces y velar para que haya recursos efectivos y se obtenga reparación.

En el estudio se afirma que el derecho a la verdad entraña tener un conocimiento pleno y completo de los actos que se produjeron, las personas que participaron en ellos y las circunstancias específicas, en particular de las violaciones perpetradas y su motivación.

En el informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, de 2009, sobre «El derecho a la verdad», incluye un estudio sobre las prácticas óptimas para el ejercicio efectivo del derecho a la verdad, en particular las prácticas relacionadas con los archivos y los expedientes de violaciones manifiestas de los derechos humanos, así como los programas de protección de los testigos y otras personas que tomen parte en juicios por tales violaciones.

Pero que es la verdad, ya que los estados luego nos tratan de engañar diciendo que existen diferentes verdades, la de la víctima, la del Estado, la jurídica, la verdad del perpetrador, etc. y que por tanto es imposible llegar a la verdad de lo qué sucedió, pero esto no es cierto, la verdad es una, lo que realmente pasó, las violaciones a los derechos humanos que se cometieron, quiénes fueron las víctimas y también quiénes son los perpetradores, así como las motivaciones políticas y sociales que condujeron a la comisión de estos actos atroces en contra de la dignidad humana.

Por ello es importante para el movimiento social y el movimiento de víctimas de violaciones a los derechos humanos seguir luchando por esclarecer, por llegar a la verdad, de los hechos sucedidos, señalar a los responsables hasta que estos sean juzgados y sancionados, mantener la memoria de las víctimas y de los perpetradores y analizar el contexto social, político y económico que permite que estas violaciones se realicen y tratar de modificar estas circunstancias para evitar nuevas violaciones a los derechos humanos.

Sólo la organización de las víctimas y sus familiares harán posible que el Estado no se sustraiga de su obligación de respetar el derecho humano a la verdad y al final mantener la memoria, y procurar la justicia, también desmantelando las instituciones que permiten la violación a los derechos humanos y las medidas de no repetición.