Una señal inequívoca de la conciliación de clases entre la pequeña burguesía en el poder y la gran burguesía neoliberal es el uso de la Guardia Nacional para defender los intereses de los segundos.
Inicia el cuarto año del sexenio de Andrés Manuel López Obrador y definido ya su gobierno, la nueva política de Estado es defender los intereses de la burguesía, en Michoacán el uso de la Guardia Nacional para defender las vías del tren del derecho humano a la protesta que ejercieron los maestros de la CNTE “Poder de Base” que luchan por demandas laborales justas y ejercicios democráticos y en Guerrero el uso de la Guardia Nacional para proteger las Casetas de peaje del derecho humano a la protesta social por la justicia en el caso de los 43 desaparecidos. De Ayotzinapa.
Sólo dos muestras bastan, pero no sólo el actuar de la Guardia Nacional, sino la criminalización que hace El Gobierno Federal y sus voceros en medios de comunicación, que, torciendo la verdad encabezan sus notas con el número de policías heridos sin hablar de las causas de la protesta, suavizando la represión y haciendo notar el “salvajismo irracional” de la protesta que dicen, no tiene un sustento verdadero, fenómeno conocido como criminalización de la protesta social y actuar neoliberal por excelencia ante el descontento social.
Por un lado, pego físicamente, por el otro, justifico el actuar violatorio de los derechos humanos acusando a los que ejercen el derecho humano a la protesta de violentos. Actuar natural neoliberal de Calderón y Peña Nieto, y de ahora en adelante actuar de la 4T que se dice antineoliberal que ha marcado el inicio de este mecanismo represivo.
Infiltrados por el crimen organizado, acusa desde el púlpito criminalizando la protesta social, porque “el que nada debe, nada teme” dice de manera maniquea; violentos sin fundamento acusa el otro desde Michoacán. Lo que no quieren decir es que la conciliación de clases que han pactado con la gran burguesía neoliberal implica golpear a la parte del pueblo que no se domestica con sólo apoyos gubernamentales y que luchan por cambios que no están incluidos en el pacto pequeña burguesía con la gran burguesía neoliberal. Y que la única infiltración a los movimientos sociales viene de la inteligencia militar como herramienta contrainsurgente con el objetivo de destruirlos.
Así, ejercer el derecho humano a la protesta ha pasado de ser una acción de la gente buena en la primera parte del gobierno de AMLO a convertirse en actos que impiden el desarrollo de la economía.
Por ello es que está la iniciativa de sancionar con cárcel a quienes protesten en las casetas de cobro o interrumpan las vías federales de comunicación que incluyen el tren que pasa por Calzontzin, palo a las fuerzas independientes de lucha del pueblo, mientras la socialdemocracia oportunista a la cola de la 4T “construye” frentes masivos de apoyo a la reforma energética, sin colocar el punto candente que es la nacionalización de toda la estructura energética a favor del pueblo de México o por lo menos con un 25% de participación privada.
Aplaudidores de vocación sueñan con las migajas del poder que caen a cuentagotas de la mesa dónde han firmado la conciliación de clases la pequeña burguesía a la que pertenecen ideológicamente y la gran burguesía neoliberal, mientras en la parte independiente pone los heridos, perseguidos y presos por ir más allá de este pacto natural de la pequeña burguesía.
No somos lo mismo claman, pero cómo se acaban pareciendo a quienes desalojaron del poder, y efectivamente no son lo mismo, pero acaban usando los mecanismos represivos que tanto acusaron eran neoliberales.
Parece que no hay salida, las fuerzas independientes tenemos que demostrar en la práctica qué, si bien durante tres años la represión bajó de intensidad y los números nos lo demuestran, actualmente se ha sellado ese acuerdo conciliador de clases entre la pequeña burguesía en el poder y la gran burguesía neoliberal.
Han pasado tres años del inicio del nuevo gobierno, el riesgo que nos muestra la consolidación de este proyecto es que afiance instituciones y mecanismos de represión y criminalización de la protesta popular de quienes cuestionan la insuficiencia de decisiones políticas que son oxígeno puro al continuar con formas neoliberales de gobernar.
Sus comentarios
El 8 de febrero de 2022 a 17:17, por Rodolfo Trujillo En respuesta a: Guardia Nacional, garrote neoliberal
Lamento que no digan si están de acuerdo o no en la realización de acciones que lejos de ganarse la simpatía del proletariado y demás sectores sociales explotados y oprimidos por el sistema capitalista, los aísla, tal es el caso de quienes lanzaron un autobús sin conductor a la Guardia Nacional, la que se hizo a un lado, corriendo el riesgo que matara gente ajena. Afortunadamente no pasó a mayores. Es una irresponsabilidad justificar esta clase de acciones pues se convierten en retardatarias para el logro de un cambio para bien del pueblo trabajador.
Responder a este mensaje