Hoy nuevamente recordamos a nuestra abogada y defensora de los derechos humanos, licenciada Digna Ochoa y Plácido, cinco años ya de impunidad y cinco años de injusticias en contra de los defensores de los derechos humanos en México.
Si nos planteáramos hacer una lista de los ataques en contra de los defensores de derechos humanos en nuestro país, no nos daría tiempo media hora para enumerarlos, Griselda Tirado defensora de los pueblos indígenas Totonacos, asesinada en agosto del 2003 es otro ejemplo claro de la violencia del Estado en contra de los defensores, recientemente Martin Barrios en Puebla también ha recibido amenazas de muerte por su labor de denuncia contra las maquiladoras trasnacionales, entre muchos otros.
Asesinatos extrajudiciales, detenciones arbitrarias, hostigamiento, seguimiento, vigilancia, intimidación, amenazas de muerte, es la constante de este Gobierno, una cadena de violaciones a los derechos humanos que generan a su vez nuevas violaciones y el ataque a los defensores que cumpliendo con su importante labor denuncian al Estado, en Atenco pudimos ver como a los defensores de derechos humanos no se les respetó, por el contrario hubo más saña en su contra.
Por el simple hecho de denunciar la tortura que ya muchos de nosotros hemos en reiteradas ocasiones denunciado, documentado y exigido justicia, hoy hasta la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es atacada por la “Torturaduría” General de la República, qué esperamos nosotros del actuar impune del Estado.
Recordar a nuestra abogada Digna Ochoa nos plantea una disyuntiva muy fuerte, seguir el camino de la defensa de los derechos humanos y sufrir el embate del Estado o dejarnos llevar por el miedo y renunciar al derecho que todos tenemos de promover y defender nuestros derechos humanos, los derechos humanos del pueblo del cual también formamos parte, en contra de un Estado que cada vez más y con más fuerza intenta quedar impune de sus atrocidades, ataques y ofensas en contra de la sociedad.
Una vez más, agradecemos la presencia de todos los que hoy nos acompañan para juntos rendir un homenaje a la licenciada Digna Ochoa y Plácido, pero debemos siempre tener presente que el mejor homenaje, no es solo recordar a aquellos que nos legaron un camino, sino seguir ese camino hasta donde ha quedado trunco y continuar haciéndolo, otros atrás nos seguirán y seguramente avanzaran mucho más que todos nosotros en esta inmensa, pero satisfactoria lucha, por recuperar, por mantener y por alimentar la dignidad humana, nuestra dignidad.
“Red Solidaria, Década de Lucha Contra la Impunidad”
“Comité Cerezo México”