Francisco Cerezo Contreras, hermano de los presuntos guerrilleros Alejandro, Héctor y Antonio, se pronunció aquí porque todas las organizaciones políticas y sociales impulsen una ley de amnistía federal.
El objetivo [...] es "evitar que los grupos oportunistas se monten en la lucha por la libertad de los presos políticos en México.
"Hay que luchar también porque no se repita la guerra sucia de las desapariciones forzadas como ha ocurrido en años anteriores", subrayó Cerezo durante su intervención en un foro organizado por la Coordinadora de Mujeres Oaxaqueñas 1 de Agosto (Como).
Sostuvo que "por pequeñas mezquindades políticas no se impulsa una ley de amnistía federal y, por lo tanto, los presos políticos se van a ir quedando abandonados en las cárceles del país.
"Si hay un preso político hay que socializar la información y es muy importante la lucha social, pero también la recomposición del tejido social que la represión destruye", indicó.
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El 13 de agosto del 2001 fueron detenidos en la Ciudad de México los hermanos Alejandro, Héctor y Antonio, acusados de haber sido los presuntos responsables de colocar petardos que estallaron a las afueras de una sucursal bancaria de Banamex el 8 de abril de ese año.
Fueron torturados y recluidos en el penal de alta seguridad de "La Palma", hoy del Altiplano, por los delitos de daño en propiedad ajena, terrorismo, asociación delictuosa, acopio de armas.
Francisco Cerezo ha señalado que jamás ha participado en ningún grupo guerrillero y que a sus hermanos los detuvieron como método de presión para aprehender a sus padres.
Ahora se pronunció por "crear mecanismos para bajar la intensidad de la represión que viene", para reconstituirse como personas y comunidad.
Insistió en que hay que impulsar una ley de amnistía federal que permita que los presos políticos que han participado en movimientos sociales más antiguos obtengan su libertad, regresen a la lucha y sea borrado su record criminal.