Acaba de conmemorarse un nuevo primero de mayo, conocido en México como día del trabajo, así, a secas, incluso se olvida ya, que es una conmemoración internacional de todos los y las trabajadoras del mundo y si preguntamos a los trabajadores cuál es el origen de este día, casi nadie sabe por qué es un día feriado y por qué se marcha.
Así que recordemos un poco la historia, en 1810, hace exactamente 213 años, Roberto Owen, un socialista utópico, después de conocer las condiciones de trabajo de obreros, obreras y niñas y niños que trabajaban de 12 a 16 horas seis días a la semana, externó que para mejorar la calidad de vida de los trabajadores en general debería de dividirse el día en tres partes de 8 horas cada una, “ocho horas de trabajo, ocho horas de recreo, ocho horas de descanso”, no obstante, el carácter utópico consistía en, como seguimos oyendo, ablandarle el corazón a los explotadores para que trataran mejor a sus trabajadores, es hasta 1845 que Federico Engels publica su libro titulado La Situación de la Clase obrera en Inglaterra y a que ya conocía a Carlos Marx y juntos estaban desarrollando lo que hoy se conoce como el marxismo donde mostraban que “Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases”, que empieza a hacer eco en los obreros la organización y lucha por mejores condiciones laborales y por la abolición de la explotación capitalista, principalmente en los países más desarrollados, Inglaterra, Francia y los EEUU.
En 1886, es decir, hace 137 años, aunque en los Estados Unidos de América había leyes para que los obreros sólo trabajaran 8 horas, nunca se cumplieron y se trabajaba hasta 14 horas diarias, por lo cual las organizaciones obreras inician una huelga general con las demandas de: reducción de la jornada de trabajo a ocho horas, el incremento de salarios, el reconocimiento de las organizaciones sindicales y los derechos de la mujer, así como la prohibición del trabajo infantil.
Como es costumbre, la policía al servicio de los patrones, reprimió esta huelga matando obreros y detuvo a 8 sindicalistas, anarquistas por cierto, y condenó a muerte a cinco de ellos, uno de ellos se suicidó y cuatro fueron ejecutados.
En 1889, la Segunda Internacional Socialista, cabeza del movimiento comunista internacional, instituyó el 1 de mayo como el día internacional de los trabajadores conmemorando a los Mártires de Chicago y recordando la lucha obrera por la reducción de la jornada de trabajo a 8 horas.
Así, el primer país que instituyó la jornada laborar de 8 horas de manera general para todos los trabajadores fue la Unión Soviética en 1917, al triunfo de su revolución, es decir, hace 106 años.
En México, también como resultado de la revolución, en la Constitución de 1917 quedó plasmado el límite de 8 horas de trabajo para todos, el Artículo 61 dice que: La duración máxima de la jornada será: ocho horas la diurna, siete la nocturna y siete horas y media la mixta, sin embargo, como la revolución mexicana fue traicionada, matan a Villa y a Zapata y queda en el poder una nueva burguesía, fue una cuestión de tiempo para que los patrones obligaran a los trabajadores, primero agrícolas y ahora a todos a trabajar más de 8 horas.
Con la entrada del neoliberalismo, faceta más aguda del sistema capitalista, ese que hacía trabajar de 12 a 16 horas a los trabajadores hace ya más de 200 años, y con la derrota mundial del bloque socialista que sí había llevado a la práctica desde hace 106 años la jornada laboral de 8 horas, es que se inicia un retroceso acelerado en las condiciones laborales en México, de los 60 millones de trabajadores mexicanos, actualmente más del 55.6 por ciento de la población mexicana trabaja en la informalidad, es decir, no tiene una hora de entrada fijas, ni una de salida, ni mucho menos 8 horas de trabajo al día como límite, es decir más de 33 millones de trabajadores trabajan más de 8 horas y con salarios raquíticos, unos dos millones más ni trabajo tienen y de aquellos que tienen empleos formales, no encontramos estadística, pero preguntando a todos nuestros conocidos, nos dicen que trabajan más de 8 horas al día.
Es decir, efectivamente, los trabajadores mexicanos no estamos en condiciones laborales como hace 200 años, pero también es efectivo que poco a poco nos vamos acercando a estas situaciones que originaron descontento social y revoluciones.
También es cierto que con el cambio de gobierno en México hubo dos reformas que, dicen los de la 4T, “han hecho que el marcador entre capital y trabajo no sea tan abultado en favor de los empresarios.” Y nos dicen muy seguros que “El salario mínimo se incrementó de 88 pesos diarios en 2018 a más de 207 pesos en 2023. Y la prohibición del outsourcing, que benefició a los trabajadores.” Pero es necesario desmenuzar ese triunfalismo de quienes, seguramente no ganan los tan mentados 207 pesos para ver en qué condiciones reales está la clase trabajadora en México.
Primero tenemos que decir que el outsourcing no se prohibió en México, sino como dijo la Secretaria del Trabajo, se reguló, ya que “el outsourcing es como el colesterol, hay malo y hay bueno” según los representantes del gobierno, lo que realmente se hizo fue que se matizó o disfrazó el outsourcing permitiéndolo en lo que se refiere a servicios especializados o de ejecución de obras especializadas que no formen parte del objeto social ni de la actividad económica preponderante de una empresa o institución, qué quiere decir todo este choro mareador, que los de limpieza del metro y de todas las dependencias de la CDMX y Federales como la Secretaría de Gobernación si van a usar el outsourcing, porque la limpieza es una obra especializada que no forma parte del objeto o actividad preponderante de estas instituciones, así que muy abultado el marcador a favor de los trabajadores en contra de los empresarios o patrones como lo es el mismo gobierno no es mucho, es como medio gol.
Por otra parte, decir que se incrementó de 88 pesos diarios a 207 pesos como un triunfo de los trabajadores, es como para ponerse a llorar y no para festejar, nada más haga la cuenta, 10 pesos al metro más cinco del metro y de regreso, conservadoramente ya son 30, más un kilo de tortilla pal desayuno, comida y cena, ya nos dan los 50 pesos, ahora, qué quiere comer, arroz o frijol, 31 o 23 pesos, y preferimos arroz, que gasta menos gas, ya llevamos 81 pesos, lechita pa’ los niños, ya llevamos la mitad del salario diario, un pan dulce pa’ la noche, y nomás para los niños, súmale 20 pesos más, nos da 123 pesos y nos quedan 80 pesos para pagar lo que no es importante: luz, agua, gas, ropa, crédito pal whatsapp y rogándole a la virgen de los desamparados que no nos de ni un maldito resfriado en el mes, incluso el papel sanitario, que hasta los trabajadores van al baño, y con estas cuentas alegres, todos nosotros, trabajadores felices, el último domingo del mes, festejar con los de la 4T que escriben que el marcador no es tan abultado para los patrones, eso sí, que paguen ellos, las plumas del sistema, que a nosotros no nos saldrían las cuentas o dejaríamos de comer un día y luego como que duele la panza.
Pero seguimos como loros diciendo que los ricos no los son tanto y los pobres tampoco, lo repetimos, como ya lo dijimos en un PaComentario pasado “Con qué cara explica la izquierda electoral que mientras en el mundo, con la crisis del capitalismo hay menos millonarios, en México la riqueza de los más millonarios aumento en 5.7%, lo que representa 9 mil 200 millones de dólares más” pero hay que seguir festejando que le estamos dando goliza a los patrones, empresarios y explotadores, pues mientras cada trabajador ganará al final del año la inmensa y fabulosa cantidad de $43,435 pesos más que cuando el salario era de hambre, de sólo 88 pesos, los cuatro, bueno, demos chance para agarrarlos en curva, los siete más millonarios de México ganaron el año pasado y ahí los estamos agarrando en desventaja, porque fue hace un año, nada más $23,625,863 pesos, no friegues, que madriza les estamos poniendo, de tanto golpe no van a poder ni ver sus ganancias.
Pero, por qué ganan tanto los empresarios aunque hayan subido el salario como nunca a 207 pesos, dónde está la magia, es muy sencillo, según análisis económicos recientes, es entre 15 y 25 minutos de trabajo que el trabajador produce su salario diario, todo el tiempo restante de su jornada laboral, el dinero que produce va a las cuentas bancarias del patrón, es decir, y en pocas palabras, si cada uno de nosotros trabajáramos 40 minutos aproximadamente al día, el patrón ganaría lo mismo que nosotros, pero la ley dice que son 8 horas de trabajo y la costumbre del capitalista explotador que son entre 10 y 12 horas, entonces si en 20 minutos, por poner un promedio, ganamos 207 pesos, en nuestras 8 horas de trabajo le regalamos, o para decirlo más comercialmente, le pagamos al patrón por contratarnos $4,761 pesos, si son 14 horas, para los que somos más explotados, nos roban $8,694 pesos y ese es el origen de las ganancias millonarias de los capitalistas.
Asumiendo que todos los trabajadores de Slim, que dicen que son 286,000 le regalan las 7 horas y 20 minutos de trabajo no remunerado, con cifras de salario mínimo, Slim en un día se embolsa mil trecientos treinta y tres millones 80 mil pesos diarios, por un año, son casi quinientos mil millones de pesos.
Por eso, festejar como fiesta nacional, como lo hacen los voceros de la 4T, que el salario mínimo “subió como nunca” y llegó a los 207 pesos es vergonzoso, supuestamente el salario es mínimo, porque debe cubrir el mínimo de una familia de 4 personas para que podamos decir que tiene una vida al mínimo de dignidad, esta cifra sería de casi $12,000 al mes y si fueran 24 mil pesos, entonces sí, sería entonces digno de ser mencionado como un pequeño triunfo de la clase obrera, que, golpeada y corporativizada por la derecha y, actualmente, mediatizada por la izquierda electoral, vende sus acuerdos con la clase capitalista, como triunfos del pueblo y ahí está su error.
Pero, para que no nos deprimamos más y mañana regresemos con toda la actitud a trabajar, como será el resto de nuestros días, destinemos un tiempo, no sólo a reflexionar que, si somos los trabajadores los que generamos la riqueza y por lo tanto quienes trabajamos debemos gozar de una vida digna y que quienes se apropian de nuestro trabajo, deberían de empezar a trabajar y no robar el fruto de nuestro trabajo, además sabiendo ahora que con cada minuto de trabajo generamos 10.5 pesos, les pedimos, estimados trabajadores, que nos regale seiscientos pesos de su vida a la semana para, de manera organizada, luchar por una vida digna, por un México, que mucho más allá de la 4T, no negocie cuántos minutos nos debe robar el patrón, sino que se preocupe por alcanzar una vida digna para todas las personas que trabajamos y deje en segundo lugar a quienes siempre nos han robado y como hace 213 años, que la consigna siga siendo: 8 horas de trabajo, 8 horas de recreo y 8 horas de descanso.