El sábado 27 pasado se reunieron en el World Trade Center diversos personajes políticos de la derecha e instalaron el grupo promotor de lo que ahora será conocido como Frente Cívico Nacional.
Guadalupe Acosta Naranjo Ex presidente del Partido de la Revolución Democrática, Fernando Belauzarán, tránsfuga de la izquierda light, Cecilia Soto ex candidata a la presidencia en 1994, Beatriz Pagés Llergo ex Integrante del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, Emilio Álvarez Icaza, actual Senador sin partido, Gustavo Madero, de la dinastía de Francisco I Madero actual senador y expresidente del Partido Acción Nacional, Demetrio Sodi, ex priista, ex perredista y ex panista, María Elena Morera ex presidenta de México Unido Contra la Delincuencia y muy cercana al actualmente preso en Estados Unidos, Genaro García Luna y al ex Presidente Felipe Calderón entre otros singulares personajes.
Todos ellos, independientemente de dónde provengan, se han ido corriendo en el espectro político hacia la derecha.
El Frente Cívico Nacional tiene 3 ejes, los cuales desnudan sus verdaderos intereses y sus filias y fobias:
1.- Acompañar las causas ciudadanas que supuestamente ya abandonó el gobierno federal, como los niños con cáncer, organizaciones campesinas, indígenas, víctimas de la violencia y estudiantes universitarios.
En este primer eje, de manera oportunista, se cuelgan de reales y supuestos problemas o temas que ha tocado AMLO en sus diversas conferencias matutinas, el caso de la falta de medicinas a algunos niños con cáncer, hablan en genérico de organizaciones campesinas, indígenas sin poner ninguna agrupación, víctimas de la violencia de la cual muchos de los miembros del Frente Cívico Nacional son responsables y estudiantes universitarios en general, tal vez por el tema de las becas de conacyt suspendidas a las universidades privadas.
Es decir, en abstracto todo, en particular nada, sólo colgándose de los temas que han generado polémica en contra de las desiciones que ha tomado AMLO en general.
2.- Construir, junto con la sociedad civil, un programa alternativo de gobierno, en el que se consulten a especialistas y académicos que conozcan los temas de vanguardia para la república. También se especificó que el programa será presentado en los próximos meses.
En este segundo punto coquetean con todos los “científicos” que han sido tocados por la austeridad republicana y que están incluso algunos de ellos siendo investigados por malos manejos con los recursos públicos y que a decir de este Frente deben ser mantenidos como estaban en gobiernos anteriores, lo cual es en esencia dentro del circulo de la corrupción estatal.
Construir junto a la sociedad civil no dice tampoco nada, ya que esta sociedad civil como concepto es difuso y es tanto que la mayoría de la sociedad civil le dio el triunfo a AMLO en las pasadas elecciones, más parece que se refieren a lo que se conoce como clase media aspiracionista, aquella que es tan sólo una fracción de la sociedad civil.
3.- Construir una metodología para establecer una candidatura alterna a la que promoverá Morena en las elecciones del 2024, en la que se tome en cuenta la popularidad del perfil en vez de atender a un criterio hegemónico.
Como venta de garaje o promoción de Buen Fin, quieren que el próximo candidato sea medido por su popularidad, no por sus capacidades para gobernar o su actuar político a favor de las minorías y las mayorías, construir dicen ellos, una metodología, mercadotécnica decimos nosotros para nuevamente escoger un guapo Peña Nieto, o un Samuel García actual gobernador de Nuevo León y su pareja tiktoker.
Lo más claro de este nuevo Frente Cívico Nacional es que es una cáscara, una reunión de líderes, todos antagónicos al gobierno de AMLO que en su afán por construir una alternativa política se desnudan ellos mismos, no sólo por sus procedencias chapulinescas o derechosas, sino porque sus 3 puntos que los unen, son más que endebles.
Más parece que intentan ser un apéndice del grupo de derecha que sueña con “tumbarle” a Morena la presidencia en 2024, la agrupación Si por México con su cabeza visible Claudio X. González, prominente empresario neoliberal que ha logrado juntar al PRI, al PAN y a los restos del PRD y quién declaró que había que hacer una lista de los opositores, idea que rememora las acciones más nefastas de las dictaduras militares del cono sur en el siglo pasado, ya que quienes aparecían en esas listas fueron asesinados o desaparecidos.
La derecha prosigue sus intentos de negociar su proceso de unidad para cambiar el actual gobierno a uno “democráticamente” igual al de la guerra de Calderón o el represivo Enrique Peña Nieto que profundizaron el neoliberalismo a límites nunca antes vistos, con sus caudas de sufrimiento, pobreza y dolor de miles de mexicanos.
Tal vez, en próximas entregas, podamos hacer uno igual de las agrupaciones políticas de la izquierda electoral que por su lado también están en ese proceso de unidad.
Pero mientras sale ese análisis no debemos perder de vista a las agrupaciones políticas de la derecha, a las cuales hay que desnudar, quitarle sus palabrería melosa y hacer ver a la población en general que sólo piden regresar al neoliberalismo salvaje, que no aceptan ni siquiera un retroceso mínimo y que de ganar, efectivamente harán sus listas y aplicaran el terror que ya hemos vivido en el pasado reciente.