La venganza ajena
mueve tu brazo armado contra el inconforme
y se ríe de tu furia financiada
con dinero aportado
por aquellos que reprimes.
Defiendes la riqueza que no disfrutarás
jamás en tu existencia,
defiendes el confort
que otros gozan a tu nombre.
¿Te alcanzará el cinismo
para vivir con dignidad
cuando te den de baja
para encubrir un crimen que no planificaste
pero tampoco te negaste a cometer?
Sólo te quedarás mañana
con tu rabia descargada sobre un cuerpo.
Sólo te quedarás por siempre
con la imagen de su carne entre tus uñas.
Solo te quedarás
................como todos los verdugos.
Ni tu orgullo podrá
curarte la cara marcada por sus gritos.
Ni las palmaditas en la espalda
podrán reconfortarte
cuando la conciencia te despierte
para clavarte la lengua al paladar
y recordarte
que los títeres por sí
no hablan.
Serás un pobre más,
uno más que ha sido usado
(y ha sido desechado)
para realizar el sucio trabajo necesario
que mantiene intacto
el monopolio asesino de unos cuantos
sobre el pueblo.
Sus comentarios
El 20 de abril de 2007 a 14:51 En respuesta a: Granadero
Veo la gran creatividad que hay en Antonio, pero creo que deberían tener cuidado al separar los párrafos y las líneas de cada párrafo.
Felicidades por darnos este poema tan desgarrador y emotivo.
Atte. Una amiga.
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