La situación de los DH en México
Para poder caracterizar a la 4T y el impacto en los derechos humanos de los mexicanos es necesario señalar las características económicas y sociales del desarrollo del capitalismo en México antes de la 4T.
Es muy elemental decir que como es capitalismo todo es igual; si no contrastamos el capitalismo en diversos países del mundo, no es lo mismo el capitalismo en Argentina, que el capitalismo en Suiza, es decir, aunque la base económica es la misma, debemos develar cuáles son los aspectos que hacen diferente una dictadura capitalista hondureña y la socialdemocracia capitalista en Finlandia.
En México padecimos el desarrollo acelerado del Neoliberalismo con Fox, Calderón y Peña Nieto, es decir los últimos 18 años, antes ya existía el neoliberalismo, el cual lleva 38 años en México, pero la lucha social no permitía ese avance como en la dictadura Chilena o como en la fase Calderón-Peña Nieto en México que, sin ser una dictadura, usó la guerra contra las drogas para acallar e intentar destruir la organización popular y acelerar la política neoliberal.
Así mismo, es importante desmenuzar la realidad para conocer qué agrupamientos políticos existen y a qué clase social responden sus intereses, PAN, PRD, PT, Movimiento Ciudadano, MORENA, CNI, FNLS, CNTE, PCM-ml, etc. a qué clase defienden, y bueno, aunque digan que ya no existen o que ahora las clases se desdibujan o no son vigentes o se volvieron líquidas, hay que determinar a quienes defienden y cuáles son los intereses de esos a los que defienden.
Cuáles son sus demandas y propuestas de cada agrupamiento político, la continuidad del neoliberalismo como se desarrollaba con Calderón y Peña Nieto, su desarrollo o freno con la política socialdemócrata o estado de bienestar de AMLO, el socialismo del FNLS, La autonomía del EZLN, el comunismo del PCM-ml.
Gracias a esta caracterización es que podemos definir la política económica y social del Gobierno y tenemos que describirlo en un párrafo, nosotros diríamos que el Gobierno mexicano actual es:
Un gobierno democrático burgués que ganó representando los intereses de la pequeña burguesía, defiende el capitalismo no neoliberal en algunos aspectos sociales y laborales y mantiene la política neoliberal económica en otros, actualmente, aunque ganó con el apoyo de la pequeña burguesía y una parte importante del proletariado, no representa ya sus intereses, representa en general a una parte de la burguesía socialdemócrata y a otra parte de la burguesía neoliberal.
Entonces a qué clase representa Morena y el Gobierno de la 4T. ¿Al Proletariado, a los trabajadores, al pueblo pobre? O diríamos nosotros que representa a una parte de la Burguesía capitalista neoliberal, a una gran parte de la pequeña burguesía y a una parte del proletariado.
Es decir, a veces en la historia, la clase dirigente de una transformación puede ser la pequeña burguesía, caso México actual, pero como esa clase no es fundamental y es ambivalente, la historia nos dice que se irá corriendo hacia la derecha hasta plegarse a los intereses de la clase burguesa y representarlos plenamente. Veamos quién controla actualmente el senado, Monreal, de ninguna manera proletario, cuya familia es de la burguesía zacatecana, dueños de tierras, agroindustrias y agua en su región, quién es el presidente de Morena, Mario Delgado, firmante del Pacto por México, es decir de acelerar el neoliberalismo y que está imponiendo alianzas con el Partido Verde Ecologista de México, otra parte de la derecha, de los dueños de las similares en toda la república, que tampoco son de ninguna manera proletarios o pequeña burguesía, sino neoliberales.
Debemos hacer ese mapa de actores y definir a qué clase defienden con sus actos, para saber definir, determinar que es la 4T, muy parecida a la Revolución mexicana de 1910 pero pacífica, aunque con el mismo resultado, los pobres pelearon, los ricos ganaron.
También debemos preguntarnos el porqué de la ausencia o poco peso político de las agrupaciones políticas que representan a la clase trabajadora, por qué, será sólo el resultado del terror de la dupla Calderón-Peña Nieto, es posible que hay impactado, pero dónde está ese agrupamiento político en hombros de gigantes, o realmente, como decía José Revueltas, seguimos teniendo un proletariado sin cabeza o con varias cabezas de cerillo confrontadas entre sí.
Y entonces, descubrir que en México no existe un gran agrupamiento político que represente al proletariado como clase, nos dice que la necesidad primordial, es crearlo para tener la posibilidad de derrocar al capitalismo, de lo contrario en dos sexenios estaremos inmersos en el neoliberalismo como en el periodo Calderón-Peña Nieto, alejados del sueño socialdemócrata, dirían los de izquierda más morenos, que alejados del tránsito al socialismo que vivimos, la república pejevariana de Cubazuela del norte , lo cual dudamos mucho así sea, bueno no dudamos, así no es y también de la otra parte que dice que es exactamente lo mismo, sin ver que Finlandia y honduras son capitalistas y no son lo mismo en su superestructura, ya lo decían viejos pensadores, la democracia burguesa puede trastocarse en dictadura abierta, descarnada, porque ya es la dictadura de la minoría, si así conviene a sus intereses, también al revés pasa, las dictaduras pueden suavizarse e incluso volverse democracias representativas burguesas con estado de bienestar si así conviene a los intereses de esa dictadura de la minoría.
Y con esta caracterización del Estado mexicano vemos también la situación de los derechos humanos, ya que las cifras, los hechos concretos de violaciones nos indican, son un termómetro del grado de derechización del Estado mexicano.
Si bien iniciamos el primer año con cifras que representan el 25% de las violaciones graves que sucedían en los periodos presidenciales neoliberales anteriores, este año, según las cifras, se van elevando las cifras nuevamente, si bien las menos son del gobierno Federal, es claro que los gobiernos estatales más neoliberales cometen la mayoría de las VDH para aplacar la esperanza que le dio al pueblo este nuevo gobierno.
Si bien la elección de AMLO despertó a millones de personas a la vida política del país, hay que volverlos a dormir con golpes si es necesario y así actúan las posiciones más de derecha en el país, Gobiernos estatales que no son MORENA como Jalisco, Oaxaca, Guerrero, Nuevo León han elevado el grado de represión contra sus habitantes, y el caso de MORENA en Chiapas que actúa como siempre, recordemos que fueron PRI, Partido Verde y ahora sólo cambiaron de siglas a MORENA, pero se mantienen los mismos cacicazgos históricos y por tanto la represión se recrudece.
Así, los movimientos de víctimas de las violaciones a derechos humanos que hicieron una pausa menor ante el cambio de gobierno, nuevamente empiezan a salir a la calle con sus demandas de siempre, Justicia, verdad, memoria y reparación integral y medidas de no repetición, aunque también la derecha neoliberal se ha montado en estas banderas para golpear a un gobierno que no es del todo neoliberal aún, izquierda y derecha en general, lamentablemente coinciden en sus demandas, la izquierda no ha sido capaz de hacer un alto y rehacer su mapa de actores para definir o modificar su táctica de lucha ante un nuevo gobierno y en algunas ocasiones son usados por la ultraderecha que bien sabe cuáles son sus intereses y que empuja desde todos sus frentes, desde el empresarial abiertamente neoliberal, hasta el de las ONG pro capitalistas que atacan al gobierno por sus deficiencias en materia de derechos humanos, pero que tienen otros intereses más allá de la denuncia de la violación a la libertad de prensa que es menor que durante los sexenios pasados.
Lo que no debemos de dejar de señalar es que en este nuevo gobierno, la estrategia que aún continúa es la militarización de la vida social y la paramilitarización como la mano siniestra del Estado; así acompañamos casos de injusticias del pasado que aún en este gobierno siguen impunes, como la ejecución extrajudicial del menor de 13 años Humberto Morales Sántiz y la desaparición forzada de Fidencio Gómez en el Estado de Chiapas, que sucedieron en el pasado reciente y que no hay justicia en este sexenio; así mismo, acompañamos los casos de cincos presos por motivos políticos, Javier González, Armando Hernández, Venturino Torres y Asunción Gómez, todos estos casos sucedidos en el Estado de Chiapas y el caso del profesor Leobardo Reyes en el Estado de Michoacán y todos miembros del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo; así mismo acompañamos el caso de Alfonso Tentle, injustamente preso asociado a motivos políticos y quién lleva 16 años en prisión en la Ciudad de México; el caso de la desaparición de Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, guerrilleros detenidos-desaparecidos en el año 2007 y que aún cuándo es clara la participación del Estado y se sabe quiénes fueron los perpetradores, no hay detenciones, la investigación avanza a paso de impunidad y no se sabe el paradero final de estos luchadores sociales.
Nos queda entonces después de hacer el análisis completo y complejo de la época que estamos viviendo, de los actores en pugna, de los intereses de clase que subyacen en las agrupaciones políticas y de la práctica concreta de todos ellos, de la permanencia de la impunidad en este gobierno y de la existencia de presos por motivos políticos, la pregunta del millón ¿Qué hacemos?, cuales son nuestros aliados y cuáles nuestros adversarios políticos, a quién sirve nuestra lucha, al pueblo organizado por una mayor democracia o a la derecha que parece que exige lo mismo, pero que su democracia es neoliberal, la dictadura de la minoría.
¿Nos afiliamos a MORENA y desde dentro empujamos para que Mario Delgado no regale y destruya la fuerza del pueblo organizado en MORENA, no elimine la socialdemocracia con una firma con la derecha neoliberal, le decimos a AMLO que castigue a los empresarios como Romo, Slim, Salinas pliego, que, aunque son sus aliados, siguen explotando a los trabajadores?
Nos convertimos entonces en la comparsa de ese movimiento de víctimas que se dice aséptica políticamente, pero que hace el trabajo sucio al neoliberalismo, hacemos bloque con las ONG u OSC que recibiendo dineros de dudosa procedencia golpean al Estado de bienestar para nuevamente tener un Estado abiertamente neoliberal “democrático” para la minoría.
Nos volvemos parte de la izquierda acostumbrada a vivir de los recursos del Estado que sufre ahora por el reparto individualizado de los apoyos sociales y que va enflaqueciendo en organización y presencia, ¿qué hacemos es la pregunta del millón? Y de fácil respuesta, pero que nos implica mayor esfuerzo.
Como siempre, ser parte del movimiento independiente de víctimas de la violencia de Estado, si, parte de ese movimiento que es siempre el más golpeado por tirios y troyanos bajo cualquier régimen capitalista, explicar pacientemente al pueblo los fenómenos arriba ya descritos, hacer con ellos el mapa de actores y develar los intereses de cada agrupación política para convencerlos de que la única salida deseable es ensanchar la brecha democrática abierta de primera instancia por el triunfo de MORENA y evitar que se cierre como está sucediendo, es el actuar activo cotidiano de organización y lucha por la justicia.
No se trata de esperar sentados ver pasar el cadáver de la 4T para decir, se los dijimos, tampoco ayudar a la derecha a matar a la 4T para que al final ellos ganen, es momento, como siempre lo ha sido, de continuar organizándonos en la práctica concreta, que no significa darle likes al FB, tuitear o gritar en nuestro baño, viva la democracia y marchar por la sala ahora justificado por la pandemia del covid 19, sino seguir luchando para realmente representar a esa parte mayoritaria del pueblo que busca, que anhela, una vida digna para todos.
Informémonos, estudiemos, reflexionemos y lo más importante de todo, actuemos de manera organizada, nosotros los llamamos a hacerlo con nosotros, son el Comité Cerezo México para coadyudar a lograr esa transformación social, para acompañar al pueblo que lucha por esa vida digna desde la herramienta de los derechos humanos, no hacerlo ni aquí ni en ningún lado, no sólo es falta de conciencia en muchos casos, es complicidad.
Comité Cerezo México