En primer lugar, queremos agradecer a la Brigada Basaglia por la invitación a este importante evento para compartir con ustedes nuestras experiencias y aprender de las suyas. Decimos que es importante porque por lo regular los represores y genocidas de los pueblos sí transmiten sus experiencias de cómo destruir a los pueblos organizados, y somos los pueblos organizados los que por diversos motivos muchas veces no aprendemos de nuestras propias experiencias y a veces nos pasa que nos creemos el centro del mundo o que nuestra experiencia de lucha es única, única cuando quizá haya más experiencias de las cuales podemos aprender. Reiteramos nuestro agradecimiento por la invitación.
Soy Alejandro Cerezo Contreras, actual coordinador del área psicosocial de la organización de derechos humanos Comité Cerezo México y fui preso de conciencia del 2001 al 2005. El Comité Cerezo México surge a raíz del encarcelamiento y tortura de tres estudiantes en el año 2001 Alejandro, Héctor y Antonio, así como el señor Pablo Alvarado, los cuatro fueron recluidos en penales de máxima seguridad y acusados de pertenecer a organizaciones revolucionarias mexicanas. Ninguno de los tres hermanos y el coacusado participamos en ninguna organización revolucionaria, éramos tres estudiantes sensibles y solidarios ante las injusticias sociales.
El Comité Cerezo México desde ese inicio consideró la salud mental como un elemento fundamental a fortalecer en los tres hermanos presos y el coacusado. Empezó el Comité con campañas de cartas y la lucha porque les permitirían tener materiales de lectura en prisión, esto permitió que los jóvenes de 19, 21 y 23, y al coacusado estar permanentemente vinculados con la lucha en el exterior por su libertad. Mientras tanto en exterior las personas integrantes del Comité empezaron a ser víctimas la represión política del Estado mexicano, por medio de amenazas de muerte, vigilancia y hostigamiento. Fueron víctimas de un proceso muy fuerte de criminalización tanto los presos de conciencia como los familiares y amigos organizados en el exterior por su libertad. Ante ese escenario también se decidió reforzar la salud mental de las personas que luchaban. Cabe mencionar que Emiliana Cerezo, hermana de los presos y que luchó por su libertad es una médica psiquiatra y eso permitió también que aportara diversos elementos a la lucha por la libertad de los presos y dándole un importancia justa y debida a la salud mental de los que luchamos.
Por el trabajo que realiza el Comité Cerezo México con presos políticos, de conciencia y asociados a motivos políticos en 2005 se atendieron personas indígenas acusadas de pertenecer a un movimiento guerrillero, mismas que fueron torturadas durante su detención, posteriormente desaparecidas de manera forzada y reaparecidas en una cárcel de máxima seguridad. También se atendió a personas mayores que fueron en su juventud integrantes de movimientos armados revolucionarios y que sufrieron tortura.
En 2008 ante el incremento de la guerra contra el pueblo disfrazada de guerra contra el narco; estrategia que implementó el terror a la población en general por medio de las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada y la prisión política, el Comité junto con otras organizaciones lanzó el Seminario de Acompañamiento Psicosocial como un esfuerzo por difundir la salud mental como un derecho e impulsar el enfoque psicosocial que acompaña a los pueblos que luchan y que es parte de esa subversión de la sociedad imperante. Elaboramos en ese año un informe junto con otras organizaciones de los impactos psicosociales de los presos y familiares de San Salvador Atenco, pueblo donde se dio una lucha por la tierra y en contra de la construcción de un aeropuerto y que fue durante reprimida en el 2006.
En el 2010 ante el aumento de la violencia de estado y el uso del terror para el control de la población desarrollamos un taller sobre impactos psicosociales de la represión política y mecanismos de afrontamiento. La finalidad de ese taller es comprender la salud mental como un derecho humano, entender el porqué de la represión política, qué efectos y consecuencias tiene a nivel, individual-familiar, organización-comunidad y social, y, por último, qué mecanismos de afrontamiento positivos (que refuercen nuestra convicción de lucha y nuestro estado mental para seguir luchando) y mecanismos negativos existen y podemos desarrollar.
Hemos realizado acompañamientos e intervenciones en comunidades o pueblos enteros, que están organizados y luchando por el socialismo. Esas comunidades que viven la guerra contrainsurgente todos los días. La especificidad de esos pueblos es que todos son organización, no existe una diferencia entre el pueblo y la organización de la cual forman parte. Ahí se realizaron intervenciones de 8 días continuos en materia de salud mental y que pasaron por medicina general para descartar series de síntomas debidos más a la pobreza o falta de salud en general que a la represión.
El Comité Cerezo México es una organización que ha sido amenazada de muerte más de 18 veces en estos 23 años de trabajo, que sigue siendo víctima de procesos de estigmatización y criminalización de parte del estado, y también de algunas pseudo organizaciones de izquierda que reproducen los dichos del estado mexicano.
Como organización en la actualidad tenemos escuelas generales de derechos humanos desde la concepción ius histórica de los derechos humanos, la cual es, básicamente y, en síntesis, aquella que dice que los derechos humanos son resultado de los pueblos organizados que logran arrancar a explotadores esos derechos mediante la protesta. Estas escuelas se realizan en 5 estados de 31 que es México, también desarrollamos escuelas de educadores populares de derechos humanos, en las cuales aprendemos a replicar los talleres que aprendemos en las escuelas generales. Tenemos también un curso de 10 sesiones de psicología marxista, en un intento de rescatar la psicología marxista que es muy poco conocida y que por desgracia a raíz de la caída del llamado bloque socialista muchos psicólogos han sido derrotados ideológicamente y prefieren no utilizar el concepto psicología marxista, sino otros conceptos por su temor a ser rechazados por la comunidad de psicólogos.
Otra fuente teórica y práctica que hemos retomado es la de la psicología de la liberación que se desarrolló en América Latina, así como conceptualizaciones y prácticas clínicas desarrolladas en épocas de dictaduras, dónde varios profesionales de la salud mental tuvieron que enfrentar en la práctica los efectos de la represión política, la guerra contrainsurgente y diversos mecanismos de control social.
Esperamos que esta breve descripción de lo que hacemos abra la retroalimentación, las preguntas y comentarios hacia nuestra práctica y nos sirva a todos para enriquecernos y seguir en nuestra lucha por una vida digna.