Por medio de la praxis el hombre conoce el mundo natural, el mundo creado por él y se conoce como hombre como ser genérico. Cobra conciencia de sí y se sabe distinto a los demás seres. Toma conciencia del tiempo (pasado-presente-futuro) y se reconoce como ser finito. El hombre desde que surge como tal surge como un ser de la praxis.
Los animales no son seres de la praxis, pero tampoco son seres pasivos. Los animales no desarrollan ese tipo de actividad específica propia del hombre, no desarrollan la praxis, pero si son seres activos. Ahora bien, por actividad en general o práctica entendemos “[...] el acto o conjunto de actos en virtud de los cuales un sujeto activo (agente) modifican una materia prima dada.” La construcción de un panal por las abejas o la construcción de un nido por los pájaros son dos ejemplos de la actividad o práctica en general. Las máquinas robotizadas son otro ejemplo, desarrollan una actividad, transforman mediante actos una materia prima dada y crean un objeto. En este sentido, dada nuestra definición el hombre también es un ser activo o práctico, pero esto no es lo que lo diferencia de los animales o de las máquinas. Lo que lo diferencia es que es un ser de la praxis, objetivo y subjetivo a la vez.
El hombre al transformar una materia dada mediante una actividad práctica no sólo produce un objeto real, si no que a su vez produce su subjetividad y se objetiva en el mundo.
La praxis se da cuando el hombre inicia la transformación del objeto con un resultado o finalidad, cuando piensa el proceso y el resultado de su actividad. El hombre piensa una realidad que aun no existe, imagina, trata de prever el resultado, luego afirma esa realidad pensada mediante la transformación objetiva del objeto y por ultimo compara su realidad pensada con el resultado de su actividad, con el objeto transformado. Durante este proceso, su hacer práctico y su pensamiento se encuentran unidos. Unidad de lo objetivo y lo subjetivo. Pero el resultado objetivo no necesariamente debe ser igual al resultado pensado. El hombre en el mismo proceso de transformación va modificando lo que pensó en un inicio y esto a su vez modifica el propio proceso objetivo de transformación y el resultado de éste.
De la actividad o práctica en general a la praxis existe un largo trecho. El mismo trecho que existe entre los animales y el hombre. El hombre como ser de la praxis representa un salto cualitativo respecto a los demás seres de la naturaleza, inclusive de la propia naturaleza, ya que se constituye gracias a ser un ser de la praxis como la naturaleza pensante, es decir, como naturaleza que se piensa a sí misma. El hombre se hace racional, transforma y domina al mundo natural al mismo tiempo que transforma que crea y transforma su propio mundo: Pero este mundo humano desde que surge como tal entra en contradicción con el mundo natural, se vuelve hostil, se vuelve su opuesto. El hombre se vuelve contra la naturaleza y con ello contra sí mismo. Su praxis deviene en praxis enajenada, en un pragmatismo bárbaro y ciego. La praxis se desdobla por un lado como razón y por otro como irracionalidad, desdoblamiento histórico que aparece desde que el hombre es un ser de la praxis.
EL CAMINO HACIA LA PRAXIS
El hombre es un ser de la praxis, pero ¿cómo llegó a serlo? ¿Cómo es que la práctica devino en praxis? ¿Qué tipo de proceso es el que media entre la actividad o práctica en general y la praxis?
Para que el hombre llegase a ser hombre, es decir, para que llegase a ser un ser de la praxis transcurrieron millones de años de proceso evolutivo. Según las últimas investigaciones, fueron más de dos millones de años de largo proceso evolutivo. Desde que los primeros homínidos dieron los primeros pasos hacia su transformación en la selva africana hasta la aparición de nuestra especie (el homo sapiens): Nuestro proceso evolutivo es el proceso de la transformación de la práctica o actividad en general en praxis y por ello es necesario adentrarnos en él.
a) Los Neardenthal
Hace aproximadamente 3 millones de años, en la selva africana, se dieron los primeros pasos hacia la praxis. Diferentes especies de homínidos evolucionaron a formas superiores durante ese transcurso de tiempo. Hace aproximadamente medio millón de años apareció una especie evolutivamente superior a las demás. Esa especie somos nosotros, los únicos que llegamos a ser seres de la praxis. Las demás especies se quedaron en el camino y en diferentes momentos se extinguieron. Seres que no lograron desarrollar la praxis en su totalidad, solamente algunos aspectos de ella. Seres que se quedaron en algún peldaño del proceso de transformación de la práctica en praxis. La última de estas especies se extinguió en Europa hace aproximadamente 30 mil años. Esta especie es conocida bajo el nombre de Neardenthal. Y será objeto de nuestro estudio.
La imagen física de los Neardenthal no era muy distinta a la nuestra. Salvo que tenían las extremidades más cortas y sus rasgos faciales eran más pronunciados. Los Neardenthal, los cuales hasta hace poco tiempo eran considerados nuestros ancestros directos fueron los seres que evolutiva y temporalmente estuvieron más próximos a nosotros. Pero fueron una especie distinta. Los Neardenthal conocían el fuego y vivían de la caza y la recolección, formaron pequeños clanes y producían diversos objetos de piedra (lanzas, cuchillos, hachas) que utilizaban como instrumentos. Cuando nuestra especie llegó a poblar Europa se encontró con que ésta ya estaba poblada por los Neardenthal. Fue el encuentro de dos especies distintas resultado de más de dos millones de años de evolución. Los Neardenthal se extinguieron, nosotros no, ¿por qué? La respuesta se haya en proceso de transformación de la práctica en praxis. Los Neardenthal desarrollaron algunos procesos de la praxis pero no llegaron a constituirse como seres de la praxis. La extinción de los Neardenthal se debió a que precisamente no lograron desarrollar la praxis en su totalidad. Su extinción se ubica hace aproximadamente 30 mil años, tiempo en el cual hubo un gran cambio climático en el planeta (la última glaciación) cambio al cual los Neardenthal no pudieron adaptarse. Al no cambiar su forma de vida, al no producir nuevas y más eficaces herramientas, al no desarrollar nuevos mecanismos de sobre vivencia simplemente se extinguieron.
Los Neardenthal no eran seres de la praxis, pero tampoco estaban o se habían quedado en la simple práctica como las demás especies animales. Fueron seres que desarrollaron algunos aspectos de la praxis, no pertenecían al mundo natural como los demás animales. Se quedaron en el proceso de desprenderse del mundo natural y construir su propio mundo. Los Neardenthal como especie se quedaron en el umbral de lo humano, de la praxis. Los Neardenthal pudieron dominar insipientemente la naturaleza, dominó ciertos aspectos de ella (como el fuego). Lo que transformó de la naturaleza también lo transformó a él, se objetivó a medias. Desarrollo su lado subjetivo, consciente de una manera primaria. Creó una incipiente sociedad (los clanes). Su práctica se encaminó hacia la praxis, creó una incipiente praxis creativa, lo cual devino en una praxis imitativa o recreativa. Su incipiente praxis en lugar de seguirse desarrollando se estancó y devino en una de las formas de la praxis, una praxis imitativa no creativa. El desarrollo de la subjetividad de los Neardenthal fue limitada al igual que su desarrollo de sentimientos y emociones. En algún momento dejaron de producir nuevas herramientas y con ello dejaron de transformar la naturaleza, por lo que su desarrollo intelectual también se estancó. Dejaron de ser creativos.
Esto explica porque al producirse ese gran cambio climático
que significo la glaciación los Neardenthal se extinguieron.
Al cambiar drásticamente su entorno natural, el cual dominaban, se enfrentaron a una disyuntiva histórica; o producían nuevas herramientas que les permitieran adaptarse y desarrollarse en ese nuevo entorno sumamente hostil o se aferraban a lo que conocían, a lo que sabían producir. Los Neardenthal al no ser seres de la praxis optaron por lo segundo, continuaron viviendo de la misma forma y con las mismas herramientas. En lugar de desarrollarse, de seguir el camino hacia la praxis fueron refugiándose en los entornos naturales que conocían y dominaban, y al acabarse éstos, también ellos desaparecieron. El nuevo entorno que pareció en la tierra durante la última glaciación fue sumamente hostil para ellos. Los bosques se fueron reduciendo hasta casi desaparecer. La caza se redujo drásticamente al no haber suficientes animales, las frutas y las plantas conocidas se hicieron escasas. Al cambiar su entorno natural que los rodeaba, su conocimiento y su actividad práctica que funcionaba en su antiguo entorno se volvió insuficiente, obsoleto para enfrentar su nueva realidad. Los Neardenthal en lugar de encaminarse hacia la praxis y transformar esa nueva realidad que los rodeaba y con ello continuar con su propia transformación se refugiaron en el medio que conocían y en los conocimientos que poseían. Su actividad, su hacer práctico no alcanzó a desarrollar su subjetividad, su conciencia. La unidad entre la práctica y la teoría, entre lo subjetivo y lo objetivo se dio de una manera incipiente, primitiva.
Los Neardenthal desarrollaron una praxis incipiente, lograron producir herramientas y dominar ciertos aspectos de la naturaleza. Una praxis incipiente que absolutizó una de sus formas, la incipiente praxis se hizo reiterativa, imitativa. El aspecto creativo inicial se perdió. Los Neardenthal se estancaron en una determinada etapa evolutiva, en una determinada etapa de la transformación de la práctica en praxis. Por ello, cuando su entorno cambió drásticamente fueron incapaces de producir nuevas y más eficaces herramientas. Permanecieron inmutables, repitieron una y otra vez lo que sabían hacer y la manera en que lo hacían. Perdieron esa imprevisibilidad en el proceso y en el resultado de su hacer práctico. Los Neardenthal se condenaron a su extinción en el momento en que dejaron de ser creativos. El cambio climático vino a demostrar el porque se habían condenado. Dejaron de producir objetos únicos e irrepetibles, su subjetividad, su conciencia dejó de anticipar un fin distinto al que venían anticipando miles de años atrás. Y ello los llevó a su muerte.
b) Los Homo Sapiens
Hace aproximadamente 30 mil años nuestra especie (el Homo Sapiens) se enfrentó a la misma disyuntiva histórica que los Neardenthal, pero, al contrario de estos, lejos de permanecer inmutables, estáticos, el hombre se transformó y con ellos continuó su camino hacia la praxis. El proceso de transformación de la práctica en praxis siguió desarrollándose por medio del propio desarrollo del hombre como ser de la praxis. Nuevas y, más eficaces herramientas permitieron al hombre dominar el nuevo entorno natural que tras la última glaciación se había súbitamente hecho presente. Ante estos terribles cambios climáticos el hombre no se refugió en los entornos naturales que conocía y dominaba. La búsqueda de alimento, de casa, los llevó a emigrar constantemente y a desarrollar herramientas y tácticas de caza más eficaces.
El hombre se adaptó ese nuevo mundo hostil y comenzó a
dominarlo, a transformarlo (a conocerlo) para su beneficio. De esta manera continuó constituyéndose como ser de la praxis. La fabricación de nuevas herramientas y nuevos utensilios vino acompañada de un mayor desarrollo de la conciencia y de la subjetividad; raciocinio, lenguaje, sentimientos y emociones.
El hombre no sólo sobrevivió a los cambios climáticos si no que lo hizo objetivándose, produciendo objetos y transformando la naturaleza. El desarrollo de la praxis, de sí mismo no se detuvo en la forma imitativa o reiterativa como sucedió con los Neardenthal, continuó desarrollándose como praxis creativa.
A cada paso que daba en el desarrollo de sus fuerzas productivas, más desarrollaba la praxis y más se desarrollaba él mismo como un ser de la praxis.
El paso de la comunidad primitiva al esclavismo, a la sociedad dividida en clases significó el paso que dio el hombre de un mundo enteramente natural, biológico, en donde existía un equilibrio entre el hombre y la naturaleza a un mundo propiamente humano, en el cual el hombre se afirma sobre la naturaleza, la hace su objeto, la transforma a su vez que se transforma así mismo. El largo camino de millones de años que llevó la transformación de la práctica en praxis es el mismo camino que llevó al hombre a constituirse como tal, como ser de la praxis. Largo camino que desarrolló la naturaleza para tomar conciencia de sí misma, conciencia encarnada en uno de sus seres, en el hombre. Hace más de tres millones de años desde que algunas especies de homínidos dieron los primeros pasos hacia la praxis. El hombre aparece como un ser de la praxis hace aproximadamente medio millón de años. Y desde esa fecha a la actualidad la historia del hombre es la historia del desarrollo de su praxis. Hace quinientos mil años el hombre dominó el fuego y comenzó a fabricar hachas de piedra; hace ciento cincuenta mil años comenzó tallar los huesos y fabricó agujas de coser, arpones, anzuelos, antorchas, lanzas y puñales; hace quince mil años comenzó a pulir la piedra y desarrolló la alfarería; hace seis mil años fabricó el molino de grano, utilizó el arado y construyó viviendas de madera y los megalifos, también desarrolló el tejido, hace cuatro mil doscientos cuarenta y cinco años descubrió el calendario; hace tres mil ochocientos años forjó el cobre, el oro y la plata; hace tres mil quinientos años crea la escritura en tablillas; hace tres mil años fabrica el vidrio, el bronce y el hierro y utiliza la escritura en papiro y la rueda , hace dos mil años...; hace cincuenta y ocho años fabrica la bomba atómica; hace un año...; el hombre es un ser de la praxis, su desarrollo continua hasta nuestros días, pero es hasta hace poco que comenzó a cobrar conciencia de ello, conciencia de que es un ser de la praxis. Y esto es así porque para que la praxis fuese conciente de sí misma tenía que alcanzar un alto grado de desarrollo.
Se necesitaba sentar las bases materiales para que el hombre cobrara conciencia d sí mismo. Bases materiales que bajo el capitalismo y el desarrollo y profundización de sus contradicciones se hacen presentes.
EL DESDOBLAMIENTO DE LA PRAXIS
La actividad o práctica en general se ha transformado en praxis mediante un largo e intrincado proceso evolutivo. Ahora bien, el que el hombre sea un ser de la praxis no significa que abandone su lado práctico o activo. Dentro de la praxis sobreviene la práctica como actividad no racional, instintiva, biológica.
La historia del hombre es la historia del desarrollo de su praxis. Pero, porqué el hombre siendo un ser de la praxis, siendo un ser racional, creativo, transformador, se vuelve contra la naturaleza y contra sí mismo. En dónde podemos ubicar esa irracionalidad humana, ese lado no creativo, destructor, devastador. Sí la praxis es ante todo creación, transformación, cómo es que deviene en su opuesto, en irracionalidad, en repetición e imitación. Cómo es que la praxis deviene en una praxis enajenada. En este sentido, dado el actual estado del hombre, la historia vendría siendo no sólo la historia de la praxis (transformación de la práctica en praxis) sino también la historia de la praxis enajenada (praxis devenida en práctica).
Desde que el hombre urge como tal, como ser de la praxis, aparece por un lado, como conciencia racional de la realidad, y por otro, aparece como conciencia falsa o aparente de la realidad. El hombre abandonó su animalidad, su mundo puramente zoológico a condición, nos dice Revueltas, de enajenar sus relaciones sociales (al volverlas relaciones de producción). A través de un largo proceso evolutivo, el hombre se hace un ser de la praxis (unidad de lo real objetivo y de lo real subjetivo), un ser creador, productor de objetos, transformador del mundo y de sí mismo, pero al mismo tiempo que surge como ser de la praxis la niega, se vuelve contra ella, contra sí mismo. Transforma la naturaleza y a sí mismo, pero a condición de enajenarse, de crear un mundo (humano) enajenado. Construye civilización, cultura, desarrollo tecnológico, se afirma y domina la naturaleza, pero a su vez se vuelve dependiente, cosa, producto de su creación. El mundo que lo domina ya no es la naturaleza, el mundo natural, sino un mundo creado por él. El estado, la sociedad, sus propias relaciones de producción se vuelven contra él. La praxis deviene en praxis enajenada, la racionalidad deviene en irracionalidad, el hombre se vuelve contra sí mismo. Y esto es así porque dentro de la propia praxis subsiste lo no creativo. La praxis se presenta históricamente como praxis creativa y praxis enajenada. La historia del hombre viene siendo la historia del desdoblamiento de la praxis. El hombre ha podido desarrollarse, crear historia, cultura, civilización a condición de enajenarse.
El desdoblamiento de la praxis, como praxis creadora y enajenada subsiste hasta nuestros días bajo una relación de negación, de opuestos.
Se excluye mutuamente, cada una busca afirmarse sobre la otra. La conciencia de la praxis consiste precisamente en ser conciente del desdoblamiento de la praxis y de su desarrollo histórico, y sólo de esta manera se puede afirmar concientemente una praxis creadora y negar a su vez la praxis enajenante.
El hombre moderno se ha vuelto contra sí mismo, contra el mundo natural de una manera tan terrible que ha puesto en peligro su existencia como especie. Su praxis enajenada, su irracionalidad histórica lejos de transformar, de crear, de afirmarlo como un ser de la praxis, destruye bárbaramente su entorno natural y a él mismo a su modo humano. La sobreexplotación del planeta, la miseria en la que vive la mayor parte de la población mundial, las guerras, la sobrepoblación es a lo que ha llegado el hombre bajo el desarrollo de la praxis enajenada. Pero esto, no quiere decir que la praxis creadora haya desaparecido, pues sin ella, el hombre dejaría de ser hombre, la praxis creativa, subsiste subordinada a la praxis enajenada, en función de ella y en contradicción con ella, como su opuesto, como su negación. Subvertir la praxis enajenada sólo es posible por medio de la propia praxis, de la praxis como racionalidad histórica, como praxis revolucionaria, como actividad práctica y teórica, objetiva y subjetiva, actividad encaminada a liberar al hombre de su enajenación, actividad encarnada en el hombre que por su situación material real, por su lugar que ocupa dentro del proceso de producción tiene la posibilidad histórica de afirmarla. De revolucionar teórica y prácticamente el mundo.
La conciencia de la praxis se vuelve en nuestros días más que una necesidad, una exigencia histórica para seguir desarrollando la praxis en su totalidad.
La falta o ausencia de esta conciencia le da vida, oxígeno, por así decirlo, a la praxis enajenada, la cual sólo va a encontrar su límite con su propia destrucción, con la destrucción de la praxis y con ello la del hombre mismo.
La lucha contra el capitalismo, contra la sobreexplotación del planeta, contra la miseria, el hambre, las guerras y la explotación del hombre por el hombre es una lucha por afirmar al hombre como un ser de la praxis, creativo, transformador, es una lucha por la libertad del hombre, por liberarse de su propia enajenación, por afirmarse en un mundo sin destruirlo ni destruirse a sí mismo.
Lucha entre quienes encarnan la irracionalidad histórica y quienes encarnan la racionalidad histórica.
“La Palma de concreto”
Preso de Conciencia.
Héctor Cerezo Contreras
5-marzo-03
Sus comentarios
El 11 de septiembre de 2007 a 00:18 En respuesta a: La Praxis
Gràcies.
He llegado al texto La Praxis por la magia del buscador de internet y sin saber dónde estaba (seguía a los Neardenthales) he encontrado una lección de historia que ya hubiese deseado en mi facultad, en València. Buena suerte, Héctor.
Salut i victòria.
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