Me parece pertinente e importante aclarar que:

1. Muchos de los detenidos que fueron remitidos a la PFP Iztapalapa son jóvenes dedicados al estudio y al trabajo que no tienen absolutamente nada que ver con aquellos que enfrentaron a la policía el 13 de septiembre. Estas personas fueron privadas de su libertad por el único delito de ser jóvenes y de haber tenido la mala fortuna de transitar por una avenida en la que de pronto quedaron encajonados por los enfrentamientos.

2. La libertad de los veinticinco detenidos en el Centro de la PFP Iztapalapa fue posible gracias a la intervención de algunos abogados de la UACM, la UAM, la UNAM y de algunos abogados particulares, que movidos por su profundo sentido de humanidad y de justicia pusieron de manera totalmente desinteresada todo su esfuerzo, su experiencia y su talento para detener esta injusticia y evitar que de manera más flagrante se conculcaran los derechos humanos de estos jóvenes que ni la deben ni la temen.

3. La fianza de estos jóvenes NO LA PAGÓ la UACM sino los familiares de las víctimas.