Alejandro y su hermano Francisco Cerezo están abocados a la liberación de sus otros dos hermanos, Antonio y Héctor. El 8 de agosto de 2001 tres petardos de fabricación casera explotaron en sucursales bancarias de la capital mexicana y fueron reivindicados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP). Días después Alejandro y sus dos hermanos fueron detenidos. Negaron los hechos. En 2005 Alejandro fue exonerado, pero sus hermanos continúan presos cumpliendo una sentencia de siete años y medio.
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