Ellas construyen medios en favor de los derechos humanos, señala el sacerdote
En México, víctimas de violaciones a las garantías deben asumir su defensa: Concha
Presenta libro "testimonial de la detención y tortura", basado en el caso Cerezo
Carolina Gómez Mena
Periódico La Jornada
Jueves 24 de septiembre de 2015, p. 9
"El trabajo auténtico por la defensa y promoción de los derechos humanos nace desde abajo, desde los pueblos y desde las víctimas", aseguró el sacerdote Miguel Concha durante la presentación de la segunda edición del libro Con el corazón en su sitio: la historia de los hermanos Cerezo.
Autor del prólogo de dicha obra, el fundador y director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vittoria afirmó que ante el "terrorismo hipócrita que sufrimos en México", las víctimas de atropello a sus garantías se convierten en sus propios defensores y en activistas en pro de los derechos humanos.
Subrayó que pese a sonar paradójico, "aunque no lo es", las víctimas de violaciones a los derechos humanos deben salir de esa condición de víctimas para tomar las riendas de su defensa, y ésta "es una forma de ayudarse y ayudar a los demás", porque, después de lograr el objetivo, su labor se extiende hacia aquellos que son objeto de nuevas injusticias.
"Personas y organizaciones dedicadas a los derechos humanos han construido poco a poco medios para defenderse, a partir de su necesidad, de su creatividad, desde abajo, de la lucha compartida y desde su experiencia. La personificación del dolor y de la injusticia de muchos casos da paso a que grupos y personas se comprometan verdaderamente a buscar un mundo más justo, digno y en paz", sostuvo.
Destacó que el trabajo de estas personas "tiene la fuerza de ampliarse con el tiempo, pues la defensa de su dignidad también se encamina a colaborar en la transformación gente en situación similar".
Expuso que conforme consolidan su labor "o se acercan a su objetivo, esa tarea se robustece", toda vez que se "avanza en el examen crítico y lúcido del actual sistema económico y político, que se caracteriza por violentar explotar y oprimir a grupos y personas más excluidos, despojándolos de sus bienes".
Antonio Cerezo, coordinador del área internacional del Comité Cerezo México, mencionó a La Jornada que el libro es un "testimonial de la detención, tortura y encarcelamiento ocurridos en 2001, cuando nos mandan a El Altiplano, acusándonos (a Alejandro, Héctor y Antonio Cerezo) de colocar petardos en tres bancos de la ciudad de México".
Lo que ha cambiado desde entonces en torno a la política represiva, indicó, es que "el gobierno ahora no sólo te detiene y tortura; también desaparece gente".
Apuntó que prevalece el interés económico, y que con las reformas estructurales se profundizó el neoliberalismo mediante el cual grandes empresas determinan la política del gobierno, y para imponer el despojo del territorio y la explotación de la mano de obra utilizan el terror y la eliminación de la disidencia política”.