Todos los que estamos aquí, y millones de jóvenes más, somos los herederos de aquellos estudiantes valientes, que se atrevieron a desafiar a los poderosos, y decimos con orgullo que su ejemplo no se olvida. De igual forma, Vicente Fox es heredero directo del régimen de Díaz Ordaz: falta ver cómo exonera a los culpables de la masacre de Tlatelolco y del 10 de junio de 1971, cómo continúa llenando las cárceles de presos políticos y reprimiendo al movimiento popular a través del asesinato, las desapariciones, el secuestro y la tortura contra cientos de estudiantes y luchadores sociales en el país. Ejemplos existen muchos: en Chiapas, Oaxaca y Guerrero la militarización es permanente y el ejército federal continúa ocupando territorios de las comunidades indígenas, quienes continúan exigiendo y construyendo la autonomía. Los presos políticos en el país se cuentan por cientos y señalamos especialmente a los compañeros detenidos en Guadalajara, que continúan en prisión bajo cargos fabricados por la derecha en el poder, que así, quiere castigar ejemplarmente a quienes luchamos contra la globalización neoliberal. Si alguien tiene dudas, que les pregunte a Alejandro, Héctor y Antonio Cerezo Contreras, que en agosto pasado cumplieron 3 años de injusto encierro en el penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, por crímenes que no cometieron. En este momento los compañeros defienden su libertad, con el último recurso legal que tienen: el amparo. O que les pregunten a los padres de Noel Pavel González González, estudiante de la UNAM y de la ENAH, cuyo asesinato sigue impune, bajo un proceso viciado y amañado, sobre el cual las autoridades han concluido que fue suicidio, igual que hicieron con el caso de Digna Ochoa. Nosotros, los Universitarios, rechazamos esta tesis. La Universidad no es ajena a este clima de hostigamiento, persecución y represión. Queremos denunciar particularmente el asenso del porrismo en escuelas y facultades de la UNAM, con lo que pretenden fabricar un clima de inseguridad y miedo, que pretende inmovilizar a la comunidad. A pesar del discurso progresista que vende el rector De la Fuente y de su imagen política como conciliador, con miras a la campaña presidencial del 2006, dentro de la UNAM se somete al ilegal Tribunal Universitario y se expulsan a cientos de estudiantes, por manifestar sus ideas contrarias al régimen. En otro contexto, pero contra los enemigos de siempre, los pueblos del mundo tienen hoy un reto histórico. Los neoliberales han minado durante más de 20 años nuestras tierras, nuestra cultura, nuestros derechos; este sistema atroz ha llevado al desempleo y a la miseria a millones de seres humanos, beneficiando a unos cuantos. Pero no les ha sido fácil, las resistencias populares se han multiplicado en cada rincón del mundo para oponerse a esta rapiña y al grito de “ni un paso atrás” se han encargado de contener la ofensiva neoliberal. Hoy vivimos tiempos de definiciones. Los representantes de la gran burguesía transnacional quieren arrebatarnos lo que no han podido y barrer de una vez por todas con los recursos y derechos que los pueblos aún conservan. Ahí vemos al ejército gringo apoderándose del petróleo de Irak y torturando a sus habitantes; a los sionistas israelíes matando palestinos. También vemos a Bush, con la mafia de Miami a la cabeza, orquestando golpes de Estado y actos terroristas contra los pueblos de Cuba y Venezuela. Pero esta brutal ofensiva no sólo comprende los bombardeos, las masacres y las torturas físicas. De consecuencias igualmente atroces son las reformas neoliberales que tratan de imponernos. Vienen por todo, por nuestra industria eléctrica y petrolera; avanzan en la privatización del agua y de todas las Universidades públicas de nuestro país. Con la Reforma Laboral pretenden eliminar el derecho a huelga de los trabajadores, instrumentar el pago a destajo en todos los centros laborales, desaparecer los sindicatos, insisten en privatizar el fondo de pensiones del ISSSTE y en imponernos IVA en alimentos, medicinas y libros. Junto a este afán de privatizar y entregar los bienes y recursos de la nación, el gobierno federal desata una fuerte ofensiva contra los derechos y las conquistas de los trabajadores. Recientemente, diputados y senadores aprobaron la reforma a la ley del IMSS, eliminando el derecho a la pensión de sus trabajadores. Como estudiantes, queremos denunciar que mientras se destinan grandes cantidades de dinero al pago del rescate a los banqueros y a la deuda externa, al financiamiento a los partidos políticos y a las campañas electorales, se recortan los presupuestos al gasto social y de manera preocupante a la educación, la ciencia y la tecnología. Los recursos totalmente insuficientes para la educación han generado condiciones precarias en el funcionamiento del sistema público educativo en todos los niveles y la exclusión de la mayoría de los jóvenes de las instituciones de educación superior, particularmente de la UNAM. Sin embargo, ante esta ofensiva generalizada nuestro pueblo ha contrapuesto su resistencia, sus luchas. Hoy el espíritu de unidad se fortalece entre los diferentes sectores que resistimos las políticas neoliberales del régimen y esto nos ha permitido importantes victorias. La huelga de los estudiantes de la UNAM, en 1999, impidió la privatización de la educación. El CGH con sus asambleas, su organización, sus movilizaciones y aún con sus presos políticos demostró que sí se puede, que al gobierno se le puede derrotar. Hoy la UNAM es gratuita y no sólo por la huelga rebelde de hace 5 años, sino por la movilización constante de los estudiantes, que seguimos y seguiremos defendiendo la educación pública y gratuita, en todos sus niveles. Los campesinos de San Salvador Atenco nos dieron también un gran ejemplo de lucha, demostrando que la dignidad puede derrotar a la prepotencia. Y como nunca antes en nuestra historia contemporánea, vimos caer un decreto presidencial que pretendía arrebatar sus tierras a miles de ejidatarios, para entregarlas a transnacionales de la aviación. Retomando estas experiencias, en los últimos años ha nacido un gran movimiento popular en contra del neoliberalismo, expresado en las reformas estructurales que el gobierno federal pretende imponernos, siguiendo fielmente las recetas de los organismos financieros internacionales, que ha despertado la respuesta del pueblo trabajador en la reciente jornada de lucha del 31 de agosto y 1º de septiembre. Los universitarios participamos en el Paro Nacional y en el bloqueo que el movimiento popular impuso al Congreso de la Unión durante el IV informe de gobierno de Vicente Fox. Desde aquí hacemos un llamado a la comunidad universitaria para formar un gran movimiento de unidad en el que participemos trabajadores, estudiantes y académicos, para ser parte e impulsar esta nueva etapa de ascenso de la lucha popular en defensa de la soberanía nacional, la educación pública, el trabajo, la salud, la vivienda, la alimentación y todos los derechos del pueblo. En ese camino es que proponemos generar las condiciones para estallar una gran Huelga Nacional, construida desde abajo, desde cada escuela, colonia, centro de trabajo y campo de cultivo. Considerando siempre que impulsamos la huelga, no como un instrumento de negociación, sino como una más de las armas de lucha de nuestro pueblo para defender nuestros derechos, que son irrenunciables. En este momento decisivo, se confrontan, por un lado el injusto proyecto neoliberal y por el otro, el proyecto de nación que el pueblo está construyendo en defensa de sus conquistas históricas. Porque nadie puede permanecer pasivo, los estudiantes de la Universidad estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias, junto al pueblo trabajador, junto a los compañeros electricistas y del Seguro Social, y declaramos: - Rechazo total a las reformas estructurales, a la privatización y exigimos la derogación inmediata de la Reforma a la Ley del IMSS. - Cárcel a Luis Echeverría y a todos los responsables e involucrados en las masacres de 1968 y 1971, así como de la guerra sucia y los crímenes de Estado. - Presos políticos libertad. Libertad inmediata a los Hermanos Cerezo Contreras y a nuestros compañeros de Guadalajara. - Esclarecimiento del asesinato del estudiante Pavel González. - Desaparición de los grupos porriles y del ilegal tribunal universitario. - Aumento del presupuesto destinado a educación y de la matrícula en los niveles medio superior y superior. Compañeros: es momento de unirnos; es tiempo de luchar. Hagámoslo todos, lo que está en juego es nuestro país, nuestro futuro y el de las próximas generaciones. Octubre de 2004 ¡Por mi raza hablará el espíritu! ¡2 de octubre no se olvida! ¡De norte a sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste! Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México
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Discurso del 2 de octubre de 2004
octubre de 2004, por
Una vez más el pueblo ha salido a las calles a reclamar sus derechos. Como en 1968, los hijos de los trabajadores, los estudiantes de México estamos en la lucha por derrotar al gobierno entreguista y opresor de nuestro país.