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PaComentario: Democracia ¿Y eso con qué se come?

Miércoles 10 de mayo de 2023, por Comité Cerezo México

Democracia ¿Y eso con qué se come?

Después de que hace una semana, los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con una mayoría de 9 votos contra dos, declarara inválido el primer decreto de las reformas político electorales, que modificarían las Leyes Generales de Comunicación Social y de Responsabilidades administrativas, de nueva cuenta los dos bandos en franca contienda, por un lado la socialdemocracia morenista y por el otro la ultraderecha y derecha, vergonzantes, a decir de Lilly Tellez, reiniciaron hostilidades.

La ultraderecha y sus hijos, políticamente moderados, quienes se saben con la fuerza política para frenar todo cambio constitucional que no les favorezca, festejaban, con más brío, que las acciones que realizaron en contra del famoso Plan B, que no llega a una reforma constitucional, sino a reformas de leyes secundarias, también fueran invalidadas por la SCJN.

Los voceros de la socialdemocracia en el poder usaron dos argumentos en contra de ese fallo, por un lado, acusaba a los ministros de la SCJN, quienes declararon inválido una primera parte de lo que se conoce como el Plan B, que con esa acción se atribuían e invadían las facultades del poder legislativo de modificar leyes y por el otro lado, reclamaban que dicho fallo responde a los intereses contrarios a la austeridad y listaban los beneficios excesivos que gozan los magistrados y que no quieren perder:

Sueldo de 300 mil pesos al mes, aguinaldo de 600 mil pesos, prima vacacional de casi 100 mil pesos, un fondo de casi 80 mil pesos para comer en restaurantes, además de un comedor especial en las propias instalaciones de la Corte, cada ministro cuenta con un presupuesto de 5 millones y medio de pesos mensuales para el pago de personal a su cargo y cuentan con dos Suburban blindadas, vehículos que se renuevan cada año, pago por riesgo de más de más de 640 mil pesos, pago por gasolina de más de 22 mil pesos, seguros para sus autos y casas, dos períodos vacacionales al año, equipos de cómputo e impresión en sus oficinas y casas, seis teléfonos celulares de gama alta que se renuevan cada año, tres ipads, seguros de gastos médicos mayores que pueden incluir a todos sus familiares, entre muchas otras cosas más.

Por el otro lado, los voceros de la ultraderecha política mexicana trataron de capitalizar esta acción de la SCJN como una defensa de la democracia, por ningún lado dijeron que la SCJN sólo invalidó el primer decreto de las reformas político electorales por violaciones graves al procedimiento legislativo, incluso la Magistrada Ríos Farjat dijo que la decisión de la SCJN “no prejuzga sobre si esa reforma es acorde o no a la constitución” sino que dicha resolución señala que se violó el debido proceso legislativo cuando se aprobaron, también el Magistrado Lelo de Larrea dijo que la decisión no entró al fondo, a decidir si era o no constitucional, sino que señalaba que había violaciones al proceso legislativo

Así, los voceros de la derecha, ocultando conscientemente la defensa de sus intereses capitalistas, se agarraron de la palabra democracia para decir que lo qué ellos hacen es defender la democracia de la posición política socialdemócrata en el poder.

Como lo hemos hecho en estos análisis, nos fuimos a ver quiénes defendían la posición de la ultraderecha y, en algunos casos, cómo usaban la palabra democracia para mentir sobre el resultado de la decisión de la SCJN.

Claudia Ruiz Massieu Salinas, de la dinastía priista dijo que: “La aplanadora con la que Morena buscó imponer la primera parte del #PlanB fue declarada inconstitucional por la @SCJN”, lo cual ya vimos es una mentira; Ciro Murayama, ex consejero electoral y parte de la casta dorada del INE, dijo que el INE sigue en pie y que “La ciudadanía, las instituciones que hicieron valer su autonomía y la Corte independiente mantuvieron viva la democracia” y menciona tres conceptos de los que se ha apropiado la ultraderecha para golpear a la socialdemocracia, autonomía, independencia y democracia; Kenia López Rabadán, senadora del PAN sólo gritó: “La Constitución NO SE TOCA, la DEMOCRACIA NO SE TOCA.”; Enrique de la Madrid, otro personaje de linaje priista repitió la mentira de la Sra. Salinas: “Bravo por la decisión de la #SCJN de declarar inconstitucional el Plan B. La democracia y los mexicanos obtenemos una gran victoria.”; el partido de la ultraderecha, Acción Nacional tuiteo, escuche bien, “Hoy queda claro que una mayoría no puede hacer lo que quiera ni violentar las leyes como gusten. La democracia, el INE y la Constitución NO se tocan.”; otra panista impresentable, Josefina Vázquez Mota, senadora del PAN también dijo que la acción de la SCJN era “Un logro también de la ciudadanía valiente que exigió respeto a la ley, a la democracia y a su libertad.”

Y pues, no sé ustedes, pero cuando la ultraderecha defiende algo mintiendo o torciendo la verdad y empieza a usar de manera tramposa conceptos como: democracia, ciudadanía, instituciones, autonomía, independencia y libertad, entre otros conceptos, de primera instancia me dan ganas de ir corriendo al diccionario para ver qué significan esos conceptos y si la ultraderecha los está usando con el significado que tienen o también los están torciendo o de plano mienten para defender sus intereses, que ya hemos visto son los de la clase capitalista neoliberal.

Sin embargo, hay algunos derechosos que no se aguantan decir lo que realmente piensan, por ejemplo, José Antonio Crespo acusa que “Ya está la avalancha bolivariana de Morena en contra de la SCJN.” [Que los de Morena] “No saben nada de democracia ni de Estado de Derecho.” [y que, hablando de los ministros de la SCJN] “Por eso los quieren destruir.” [Finalmente dice que:] “Sigamos en la resistencia ante ese embate autocrático.” [y termina con una frase que la derecha, cuando pierde, usa mucho: “Se llama dictadura de las mayorías.”

Ahora bien, quién esto lee, como todos ustedes, escuchamos las peroratas de ambos bandos y también nos preguntamos, aunque sabemos, más o menos, que defiende cada espectro político, la ultraderecha y la socialdemocracia, quién tiene la razón y si la derecha dice que se defendió la democracia, por eso el título de este análisis ¿Y eso con qué se come?, qué es entonces la democracia y si existe la “dictadura de las mayorías.”

Nos fuimos corriendo al diccionario de la Real Academia Española y buscamos democracia y vemos que democracia tiene cuatro significados y ocho apellidos, pero en esencia dice que la democracia es un sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo y que la ejerce directamente o por medio de representantes.

También nos dice, para fines de este artículo, que existe la democracia liberal o burguesa, la cual está basada en el reconocimiento de los derechos individuales y se ejerce a través de los representantes políticos de los ciudadanos y su opuesta, la democracia popular, que es el sistema de gobierno de las dictaduras comunistas, así a secas, pero que, metemos la mano para explicarla un poco más, es la democracia de la mayoría, la cual está basada en el reconocimiento de los derechos colectivos sobre los individuales, y la tercera forma, importante para este escrito, la democracia representativa, que es la que se ejerce a través de representantes elegidos libremente por los ciudadanos de forma periódica.

Entonces, vamos a explicar este problema, primero que nada la palabra democracia viene de las palabras griegas demos pueblo y cratos, poder y significa poder del pueblo, sin embargo, nuestra sociedad capitalista actual está dividida en dos clases fundamentales y además opuestas, por lo cual es imposible el poder del pueblo, es decir, la democracia representativa, lo que sí existe es la democracia con apellido, es decir, con un carácter de clase.

Existe la democracia liberal, que es la que representa a la clase actualmente en el poder, la burguesía, los ricos, los explotadores, los neoliberales, los capitalistas, la minoría, que son, todos, lo mismo y que se basan en el reconocimiento de los derechos individuales sobre los derechos colectivos, o existe la democracia popular, en franco retroceso, que es la que representaría a la clase que actualmente no tiene el poder y que somos la mayoría, los proletarios, los trabajadores, los explotados, el pueblo pobre, etc. Y que se basa en el reconocimiento de los derechos colectivos sobre los individuales.

Así que cuándo la ultraderecha habla de democracia, en realidad está pensando y actuando en fortalecer la democracia liberal o burguesa, y cualquier cambio a esta forma de democracia significa debilitarla y fortalecer a su opuesto, la democracia popular, a la democracia de las mayorías, de los explotados, del pueblo, sobre la democracia de la minoría, de los explotadores, de los millonarios.

Por eso, la defensa de la democracia liberal es furibunda, es rabiosa, ya que atenta contra la ganancia capitalista y su base, la explotación laboral de millones de trabajadores.

Mientras la socialdemocracia simula la defensa de la democracia representativa, que ya vimos no es posible su existencia en nuestra sociedad dividida en clases, para que no se le acuse de querer la democracia popular, a los representantes y voceros de la ultraderecha, cualquier cambio legal que atente contra su democracia, la de la minoría, como lo fue el Plan A, que no permitieron se aprobara, el Plan B que están echando para atrás, cualquier cambio debe ser detenido, si es posible, como lo pudieron hacer con Calderón y Peña Nieto mediante el terror de Estado.

Y ahí es donde la socialdemocracia en el poder tuerce el rabo, diría el populus, ya que lo que es muy claro y lo han dicho, no quieren destruir la democracia liberal, sólo quieren limarle los colmillos para que el pueblo no sufra tanto, diría AMLO: “que el rico no sea tan rico y que el pobre no sea tan pobre” basa su proyecto en la imposibilidad de la democracia representativa, esa que ya explicamos, es imposible su existencia mientras la sociedad esté dividida en clases, por tanto, la socialdemocracia y ese es su rasgo fundamental en la historia de la humanidad, es que, para limarle los colmillos al lobo capitalista no pueden dejar de ser representantes de la misma democracia liberal que los aborrece, como ejemplo tenemos las reformas sobre el outsourcing y la, recién aprobada, ley minera, que no toca la base de esta democracia liberal, pero como si la modifica, eso los hace “un peligro para México” (donde México quiere decir: sistema burgués mexicano donde los ricos debemos seguir siendo los ricos y los pobres, nuestra fuente de riqueza).

Así que cuándo escuche a la ultraderecha decir que defiende la democracia, hay que tener claro que defienden que una minoría siga viviendo de la explotación de la mayoría y que cuando la socialdemocracia en el poder dice que los cambios son para fortalecer la democracia, están defendiendo la utopía de una sociedad donde el lobo (el capitalismo) niega su naturaleza y se vuelva vegetariano (no explote tanto).

Y ustedes, ¿Qué democracia quieren?, nosotros nos organizamos y a eso los llamamos también, a organizarse con nosotros para construir una democracia que beneficie a todos por igual, la que respete los derechos humanos colectivos y no los convierta en mercancía (privatice la salud, la educación, la vivienda, el agua), una sociedad que genere trabajo digno y bien pagado, una sociedad dónde las empresas mineras, de telecomunicaciones, productoras de medicinas sean empresas públicas y no privadas, una sociedad que de manera colectiva resuelva el cuidado de los infantes, de los abuelos, de la esclavitud doméstica, una sociedad dónde el color de piel no determine el salario ni las oportunidades laborales y académicas, una sociedad donde no existan castas doradas, pero tampoco plateadas ni de bronce.

¿Qué apellido le ponemos? No es que no sea importante la forma, pero es más importante el contenido.

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