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Digna Ochoa: Amenazas, suicidio sospechoso, reclamo global y ausencia de justicia

Martes 19 de octubre de 2021, por Comité Cerezo México

Por Guadalupe Fuentes López

A dos décadas del asesinato de la activista, organizaciones claman justicia para la defensora de los derechos humanos, quien luchó por muchas causas y se enfrentó a las autoridades, las cuales quisieron hacer pasar su muerte como suicidio y por eso su homicidio llegó hasta instancias internacionales, obligando a México a reabrir su caso.

Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo).– Era la tarde del 19 de octubre de 2001 cuando Digna Ochoa y Plácido fue encontrada sin vida en su despacho ubicado en la calle de Zacatecas 31 de la colonia Roma de la Ciudad de México. La defensora de derechos humanos, quien fue objeto de varias amenazas y secuestros debido a su trabajo, recibió disparos de arma de fuego en la cabeza y piernas, y a su lado se encontró una amenaza de muerte por escrito, sin embargo, las autoridades concluyeron en su momento que se trataba de un suicidio, lo que indignó a su familia y activistas, quienes a 20 años de lo ocurrido aún claman justicia.

“Recordar la ejecución extrajudicial de Digna Ochoa es, lamentablemente, recordar 20 años de impunidad, 20 años de mentiras, de injusticia, de desmemoria selectiva de muchos funcionarios de brillantes carreras y moral percudida, pero transformada por los vientos del cambio de gobierno”, publicó este día el Comité Cerezo México en un posicionamiento.

En octubre de 2016 la activistas Pilar Noriega mostró fotografías del peritaje del crimen de Digna Ochoa para informar las inconsistencias de la investigación de la Procuraduría capitalina. Foto: Cuartoscuro.

En el año 2001 gobernaba en México Vicente Fox Quezada y en la capital del país, donde ocurrió el asesinato, Andrés Manuel López Obrador era el Jefe de Gobierno. El Procurador de Justicia era Bernardo Bátiz, y uno de los fiscales especiales del caso era Renato Sales Heredia, hoy funcionario en Campeche y de amplia trayectoria en puestos de seguridad pública. Margarita Guerra, la última fiscal especial del caso y quien fue responsable de sostener que la muerte de Digna fue suicidio, desapareció de la escena pública.

“Los hechos de este caso no son aislados, se enmarcan en un contexto estructural de violaciones a los derechos humanos de las personas defensoras en México, en particular de mujeres defensoras, situación que está acompañada por altas tasas de impunidad”, destacó el Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” (PRODH), organización donde ella trabajaba defendiendo diversas causas.

Entre los casos que Digna Ochoa defendió se encuentran las personas acusadas de pertenecer a Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN); a los estudiantes detenidos después de la toma de Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para terminar con la huelga en el año 2000; defendió a los ecologistas de la Sierra de Petatlán, Guerrero; a los hermanos Cerezo Contreras y al señor Pablo Alvarado Flores, acusados de colocar explosivos en sucursales bancarias en agosto de 2001 y de ser parte del Ejército Popular Revolucionario (EPR), después de muchos cambios en las versiones del Estado.

Debido a su trabajo, la defensora de derechos humanos fue amenazada y secuestrada en dos ocasiones, lo que la llevó a solicitar medidas de protección, las cuales se le retiraron dos meses antes de su asesinato. Su muerte indignó a la sociedad mexicana y organizaciones, quienes llevaron el caso a instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), donde en abril de este año se ganó una demanda contra el Gobierno de México, logrando que por primera vez en la historia del país se reconozca y se reabra el caso por las “innumerables y ominosas falencias en la carpeta de averiguación y sobre todo, por la violencia de género ejercida contra la abogada luego de su asesinato”.

“El caso representa una oportunidad para que se ordene al Estado la investigación sobre la muerte de Digna Ochoa y asegure que se lleve a cabo de forma independiente, imparcial y libre de estereotipos de género, con miras a revindicar la imagen, trabajo y memoria de las mujeres defensoras de derechos humanos”, destacó el Centro Prodh.

Su activismo y muerte ha inspirado libros y películas, como Digna hasta el último aliento (2004), dirigida por el cineasta Felipe Cazals, recién fallecido, y protagonizada por la actriz Vanessa Bauche.

Antes de su asesinato, Digna había sido víctima de diversas amenazas y secuestros: el primero se presentó el 9 de agosto de 1999 cuando fue secuestrada por cuatro horas por desconocidos, quienes le sustrajeron su pertenencias e identificaciones personales. Un mes después, el 3 de septiembre del mismo año, se recibieron en el Centro Prodh, lugar en el que laboraba, sobres con textos de amenazas.

Debido a estas situaciones, el 7 de septiembre de 1999 Digna Ochoa decidió solicitar medidas cautelares para ella y los miembros del Centro Prodh. Dos meses después, el 2 de noviembre, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos, presentan una petición inicial ante la CIDH por violación de derechos humanos en perjuicio de Digna Ochoa por parte del Estado de México ante la falta de investigación de los ataques y secuestros sufridos.

Posteriormente, el 11 de noviembre de 1999 la CIDH sometió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos una solicitud de medidas provisionales en favor de Digna Ochoa. Después de casi dos años, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dio por concluidas las medidas provisionales otorgadas a Digna Ochoa y demás integrantes del Centro Prodh. Dos meses después fue asesinada.

NO FUE SUICIDIO

El 19 de octubre de 2001, Digna Ochoa y Plácido fue encontrada sin vida en su despacho de la calle Zacatecas 31-A, en la colonia Roma. Su cuerpo fue hallado por uno de los abogados auxiliares del despacho, Gerardo González, alrededor de las 17:50 horas con disparos de arma de fuego en la cabeza y las piernas, al parecer de calibre 22. A su lado se encontró una amenaza de muerte por escrito en contra de integrantes del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro.

La entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal guardó total hermetismo sobre el hecho. El entonces titular de la dependencia, Bernardo Bátiz, acudió al lugar del crimen alrededor de las 22:30 horas y se comprometió a hacer todo lo necesario para localizar a los responsables.
Margarita Guerra, Fiscal Especial del caso Digna Ochoa y Bernardo Bátiz, entonces Procurador capitalino, dieron oficialmente los resultados de las investigaciones periciales en este caso. Foto: Cuartoscuro.

Los primeros dictámenes coincidían en que su muerte fue un homicidio, pero la Procuraduría capitalina difundió una compleja tesis de suicidio, se descartó continuar la investigación para dar con los responsables y se dio por cerrado el caso.

El informe de la autopsia indicaba que en su cuerpo había dos heridas de bala de calibre 22. Su muerte fue causada por un disparo en la cabeza. La herida de la entrada estaba en el lado izquierdo. Según el informe del forense, la bala atravesó el cráneo de izquierda a derecha con un ligero ángulo de arriba hacia abajo y de atrás hacia delante. La bala se quedó incrustada en el temporal derecho. Ochoa era diestra. La otra bala le entró por el muslo por delante hasta la parte posterior.

A petición de sus familiares, su cadáver fue exhumado en 2005 y la investigación sobre su muerte fue reabierta, ya que consideraban improbable que se tratara de un suicidio. Algunas indagaciones indican que tras el presunto asesinato de Digna Ochoa se encontraban caciques y militares afectados por el activismo de los presos a los cuales la abogada defendía. El 15 de marzo de 2007, en la Sierra de Petatlán, Guerrero, un campesino dio a conocer información que señalaba al ganadero y expresidente municipal, Rogaciano Alba Álvarez, como presunto autor intelectual del asesinato de la abogada.
Margarita Guerra, la última fiscal especial del caso y quien fue responsable de sostener que la muerte de Digna fue suicidio, desapareció de la escena pública. Foto: Cuartoscuro.

El proceso del caso continuó en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y posterior a la muerte de Digna se presentaron ante la Comisión alegatos relacionados a la falta de investigación efectiva y de esclarecimiento de la verdad de los hechos. En 2013 se llevó a cabo la audiencia y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió el informe de admisibilidad del caso para su posterior decisión de fondo.

La CIDH declaró la responsabilidad del Estado mexicano por las violaciones de derechos humanos en prejuicio de los familiares de Digna Ochoa y ordenó al Estado adoptar una serie de medidas para reparar el daño causado y garantizar la no repetición de los hechos. Sin embargo, ante la falta de avances sustantivos en el cumplimiento de estas medidas, se remitió el caso a la Corte IDH.

SUS RECONOCIMIENTOS

–El 11 de noviembre de 2001 es sembrado en su honor un árbol “Ocosol” en el Parque Kalorama en Washington, DC, por amistades y representantes de organizaciones.

–El 14 de diciembre de 2001 se coloca la Primera Piedra de la Plaza de los Derechos Humanos “Digna Ochoa y Norma Corono” en Ciudad Nezahualcoyotl, Estado de México.

–El 28 de enero de 2002, Amnistía Internacional hace un reconocimiento postmorten a Digna Ochoa, entregado por Salma Hayek en Nueva York.

–En marzo de 2002, se hacen presentes un equipo de cineastas alemanes, quienes realizan algunas entrevistas a familiares y amistades de Digna Ochoa, con el propósito de realizar un documental en su honor.

–En 2002 se instala la Casa Hogar Digna Ochoa en Acapulco, Guerrero.

–El 20 de abril de 2002 recibe el Premio Don Sergio Méndez Arceo en la Ciudad de México.

–El 20 de abril de 2002 la Organización Católicas por el Derechos a Decidir establecen la Medalla Digna Ochoa.

–El 6 de junio de 2002 Global Exchange, con sede en San Francisco, California, entrega el Premio Internacional a Digna Ochoa por sus actividades de defensa de los derechos humanos en México.
Digna Ochoa fue asesinada el 19 de octubre de 2001. Foto: Cuartoscuro.

–En agosto de 2002 es reconocida por el Centro de Cooperación Regional para la Educación de adultos en América Latina y el Caribe.

–En 2002, la Comisión Municipal de Derechos Humanos del Rosario, Durango, agrega el nombre Digna Ochoa en su honor.

–El 19 de octubre de 2002, en su natal Misantla, se realiza el Homenaje a Digna Ochoa y Plácido por familiares y amistades en el Primer Aniversario de su fallecimiento.

–El 19 de octubre de 2002 se inaugura, también en Misantla, Veracruz, el Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa y Plácido, AC, para dar seguimiento y continuidad a sus actividades de defensa de los derechos humanos en México.

–El 3 de octubre de 2003 se entrega el Premio Internacional “Ludovic Trarieux”, en la Escuela Nacional de Magistratura de Francia con sede Bourdeaux, Francia, por parte de la Barra de abogados de Bourdeaux, la Barra de abogados de París y el Instituto de Derechos Humanos de Abogados Europeos, con sede en Luxemburgo.

–El 3 de octubre de 2003 es entregada una Medalla a Digna Ochoa por parte del Gobierno de Bourdeaux, como reconocimiento a su trabajo en la defensa de los derechos humanos en México.

–En noviembre de 2003 la película Digna hasta el último aliento, de Felipe Cazals participa en el Festival Internacional de Cine de Berlín, Alemania.


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