La derecha ha orientado el sistema económico, político y social en los últimos 36 años del neoliberalismo en México, lo que impone analizar cómo se ha reconfigurando en diversos y múltiples movimientos como organizaciones de la sociedad civil, religiosas, así como grupos empresariales.

Gilberto Lozano, principal fundador del Frente Nacional Anti-AMLO (FRENA), representa el conservadurismo norteño. En sus discursos refleja los intereses económicos de su clase social, los empresarios. Él sostiene que el Estado no debería intervenir para la distribución de la riqueza, prefiere que el Estado se dirija como una empresa y que las ganancias sean distribuidas por los empresarios. ¿Apoco si le creemos? ¿Es eso o está defendiendo sus intereses a costa de apropiarse de las herramientas de lucha del pueblo? Peor aún, utilizando a parte del pueblo que de verdad está luchando por sus derechos. No nos dejemos engañar.

Así mismo, el Movimiento ¡Sí por México! cuenta con el apoyo de organizaciones empresariales agrupadas para defender sus intereses, como la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), mismas que habrían sido beneficiarias de las políticas neoliberales.

En otros momentos este tipo de organizaciones se han manifestado abiertamente contra los derechos humanos del pueblo. Por una parte, alzan la voz para que se respeten los privilegios de los expresidentes y los colaboradores de la impunidad; por otra parte, apoyaron en sexenios pasados la política de control social y la militarización, justificando así ejecuciones extrajudiciales (como supuestas víctimas colaterales) y desapariciones forzadas cometidas por las fuerzas armadas, militares y policiales. Esta posición oportunista y legalista es una forma más de pronunciarse por la impunidad de las graves violaciones a derechos humanos y contra la voluntad del pueblo.

Como pueblo debemos analizar su discurso e identificar a la derecha como los empresarios y políticos neoliberales, que en ejercicio del poder público desmantelaron las estructuras de bienestar y seguridad social. Lo más grave: la derecha se está posicionando y quiere volver al poder. Es importante no dejarnos deslumbrar por este tipo de movimientos de quienes desean el poder para volver a imponer sus intereses sobre los del pueblo.

El auténtico movimiento popular, que construye con tesón la resistencia ante la opresión, que exige el derecho a la verdad, justicia y reparación integral, es capaz de transformar el contexto de la política, participando en la defensa de derechos humanos.

¡No deseamos que la parte más mezquina del capitalismo que recrudece los megaproyectos y las políticas laborales más rapaces vuelvan!

Por eso, ¡organízate con nosotros en contra del oportunismo de derecha!