*Carlos Chablé Mendoza
La discriminación y el racismo ha mantenido a los pueblos indígenas y afrodescendientes de México en condiciones históricas de pobreza, se les ha despojado de sus territorios y recursos invocando el desarrollo y progreso del país. Por eso hoy urge garantizar su salud y vida digna ante la pandemia del Covid-19.
Hace unos días el Comité Cerezo de Derechos Humanos difundió un interesante documento en el que aborda el tema de la pandemia y propone diez acciones valiosas para proteger y resarcir en algo a los sectores más vulnerables de la sociedad desde una perspectiva de los derechos humanos. Algunas han sido retomadas en parte por algunos gobiernos estatales, como los de Quintana Roo y Yucatán, pero hay que insistir en la urgencia de aplicarlas de manera íntegra y en todo en el país ante la advertencia del gobierno de México de que esta situación será peor en las próximas semanas.
Nos sumamos a la propuesta de “¿Cómo sobrevivir al #Covid-19? desde los derechos humanos” y retomamos puntos del Decálogo para garantizar la salud y la vida digna ante la pandemia que difunde el Comité Cerezo de Derechos Humanos**.
Estas son algunas de las exigencias que deben hacerse al Estado Mexicano por ser indispensables: Garantizar a pueblos indígenas y afrodescendientes de nuestro país el abasto de agua en sus comunidades y ciudades. Suspender los cobros por el servicio por cuando menos dos bimestres, el actual y el siguiente. Aplicar la Ley de Expropiación a las empresas que cobran el agua si no cumplen estas medidas.
Aprobar un paquete de protección social que suspenda el pago de todos los servicios públicos, agua, luz, predial o insumos de necesidad básica como gas natural y LP y alimentos contenidos en la canasta básica. Suspender los cortes de luz por falta de pago y reconectar la luz en las viviendas en dónde el servicio ha sido cortado durante esta epidemia. De esta manera, se da una efectiva protección al trabajador, especialmente a más de 50% de la fuerza laboral que vive al día, cuyos ingresos se verán fuertemente afectados.
Proporcionar despensas gratuitas semanal o mensual, con alimentos no perecederos, arroz, frijol, aceite, sal, azúcar, carne envasada al vacío y verduras en salmuera, para toda la población que percibe menos de tres salarios al día, para aquellas familias que se sostienen del comercio informal y viven al día.
Aplicar la Ley de Expropiación a las grandes empresas que eleven precios, especulen y oculten los insumos de limpieza y los necesarios para la salud, así como alimentos. Aplicar la Ley de Expropiación a las empresas que restrinjan o condicionen la distribución o lucren de forma alguna con la venta de medicamentos o material requerido para la atención de personas en el grupo de mayor vulnerabilidad y de las personas afectadas por el Covid-19.
Atender de forma expedita las denuncias sobre abusos de empresas que han decidido en contra de la Ley despedir o mandar a casa a miles de trabajadores sin salario.
Derogación de las reformas estructurales que han mermado la capacidad de respuesta del Estado en acciones de prevención, atención y aprendizaje de emergencias como la actual. Deben renacionalizarse los servicios estratégicos nacionales, eliminar a las empresas que por convenios con los gobiernos siguen lucrando con el derecho a la salud y otros servicios públicos.
Exigimos que el Estado genere las condiciones para que toda la población indígena o no indígena pueda resguardarse en casa con alimentación garantizada, como una medida de protección comunitaria ante la actual pandemia. Ningún derecho humano es un privilegio, pues existen gracias a las conquistas que los pueblos de México han logrado con su lucha histórica.
Si en estos días de cuarentena alguna autoridad comete una violación a nuestros derechos humanos debemos documentarlas como inicio de la lucha por la justicia y sanción a los responsables, incluso si éstas implican la omisión de los funcionarios públicos ante el actuar rapaz de las empresas que, ante la emergencia, buscan mayores ganancias, a costa del bienestar general. Chen lelo’, solo eso.
Carlos Chablé Mendoza es cronista de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, México.
*El documento completo en www.comitecerezo.org/spip.php?article3405
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