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Leidy y su bebé de apenas 3 meses desaparecen en Hidalgo; madre acusa maltrato de autoridades

Lunes 27 de mayo de 2019, por Comité Cerezo México

Organizaciones civiles como Comité Cerezo, han urgido a la actualización y del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, “volvemos a hacer el llamado a que éste registro cuente con la diferenciación entre personas víctimas de desaparición forzada y personas víctimas de desaparición cometida por particulares; así como, en el caso de la primera, se ingrese el nombre de la instancia o instancias del Estado que son las presuntas responsables de haber cometido esta grave violación a los derechos humanos”, pronunciaron en un posicionamiento en días pasados.

Por Sugeyry Gándara | SinEmbargo | mayo 26, 2019

María Esther Arroyo, madre de Lucero Leidy Morales, desaparecida junto con su bebé de tres meses de edad, denunció que sólo ha recibido largas, mínimos progresos e incluso desagradables argumentos por parte de las autoridades del estado de Hidalgo cuando pide informes sobre los avances en la búsqueda de su hija y su nieto.

“Una agente del Ministerio Público me dijo que ‘no está en sus manos” encontrar a mi hija”, dijo la mujer en una entrevista con este diario digital.

Ciudad de México, 26 de mayo (SinEmbargo).- Leidy Lucero Morales Arroyo, de 20 años, y su bebé de tres meses de edad, desaparecieron el pasado 9 de marzo en Atotonilco de Tula, en el estado de Hidalgo. María Esther Arroyo, madre de la joven, asegura que Lucero y el infante fueron privados de la libertad y sospecha de su ex yerno .

“A ella se la llevaron de su departamento, presumimos con lujo de violencia. Se la llevaron con todo y su bebé”, afirmó en entrevista la señora Arroyo Pacheco.

La madre de Lucero solicitó por ayuda para la búsqueda de su hija, pues denunció que el Ministerio Público en Hidalgo no ha realizado diligencias eficientes en la investigación.

La entrevistada acusó que sólo ha recibido largas, mínimos progresos e incluso desagradables argumentos por parte de funcionarios cuando cuestiona sobre los avances en la indagatoria. “Una agente del Ministerio Público me dijo que ‘no está en sus manos” encontrar a mi hija”, platicó la mujer.

“SU PAREJA ERA VIOLENTA”

Dos semanas antes de la desaparición, Leidy Lucero se había separado de su pareja porque en su relación había agresiones constantes y violencia doméstica, de acuerdo al relato de la madre.

“Ella vivió con él por ocho meses, pero en ese tiempo había mucha violencia, tanto física y verbal. Él no le daba su espacio como mujer, nunca fue de las personas que la motivara, él le bajaba su auto estima”, describió la señora Arroyo.

María narró que Lucero le pidió apoyo moral e incluso económico para poder separarse del hombre, y salir adelante.

La joven madre se mudó a un departamento pequeño enfrente de la casa de su mamá, y una semana antes de los hechos, había recogido todas sus cosas del inmueble de su ex pareja.

“Él creía que ella iba a volver, porque antes ya se habían peleado y volvían, debido a que él es muy labioso y sabía cómo envolverla rápido. Pero esta última vez, mi hija estaba muy decidida a dejarlo definitivamente. Ella tomó la decisión que no iba a regresar con él”, platicó María.

El 7 de marzo fue la última vez que María vio a su hija; esa noche conversaron un rato, se dieron las buenas noches y cada una ingresó a sus departamentos respectivamente.

El departamento de Lucero tenía una ventana rota a raíz de un altercado con su ex pareja: “en diciembre pasado, el hombre la violentó y rompió el vidrio, lamentablemente no pudimos comprar otro, porque somos de bajos recursos, entonces yo le puse un hule, y lo sujeté bien con pegamento”, platicó María Esther.

A la mañana siguiente, María notó que la puerta del cuarto de su hija estaba entreabierta y eso la preocupó. De inmediato ingresó al inmueble para buscarla y observó que en el interior todo estaba desordenado; las pertenencias de Lucero y el bebé se encontraban esparcidas en la zona, pero la madre y el niño no.

“Se la llevaron hasta sin sus tenis que usaba a diario. No se llevó nada de las cosas del bebé, la leche, los pañales el biberón, todo lo del niño estaba ahí”, recordó la mamá.

El hule que tenía la ventana del cuarto estaba desecho por un navajazo. Mary presume que así fue como ingresaron y se llevaron a la madre e hijo.

México cuenta con un registro de 40 mil 180 personas desaparecidas, de acuerdo a las últimas cifras presentadas por la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), sin embargo, organizaciones civiles y colectivos de personas desaparecidas estiman que la cifra podría ascender a las 300 mil personas-

En el estado de Hidalgo las cifras oficiales son sólo de al menos 175 personas – de las cuales al menos 70 son mujeres- reportadas como desaparecidas desde enero de 2004 y hasta marzo de 2018, fecha de la última actualización, ya que abril del año anterior no funciona el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas.

Organizaciones civiles como Comité Cerezo, han urgido a la actualización y del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, “volvemos a hacer el llamado a que éste registro cuente con la diferenciación entre personas víctimas de desaparición forzada y personas víctimas de desaparición cometida por particulares; así como, en el caso de la primera, se ingrese el nombre de la instancia o instancias del Estado que son las presuntas responsables de haber cometido esta grave violación a los derechos humanos”, pronunciaron en un posicionamiento en días pasados.

SOSPECHOSO

Esther de inmediato sospechó de la ex pareja de Lucero y sin dudarlo fue directo a su casa, ubicada a unas cuantas calles del domicilio de las mujeres.

El ex novio –el cual Esther emitió su nombre por procesos legal– salía de su vivienda con una mochila justo en el momento en que María llegó para cuestionarlo. Estaba nervioso, recordó la mujer, quien citó la conversación:

–“¿Dónde está mi hija?” –inquirió la María Esther.

–Yo no sé nada –contestó el joven.

–¡Como que no sabes nada! –reclamó la madre.

–Yo no sé nada, yo me voy a trabajar.

–Como puede ser posible que hoy sábado te vayas a trabajar, si en dos semanas no habías trabado –refutó la madre.

Él intentó evadir a la madre y se retiró hacía donde estaba un grupo de hombres con quienes se reunía.

María afirmó que esas personas – a las que su ex yerno frecuentaba– al parecer “son sujetos que son delincuentes, de drogas, personas pesadas, él se dirigió con esas personas”, comentó la entrevistada.

La madre de Lucero por la desesperación de no saber sobre su hija le llamó a la mamá de su ex yerno para cuestionarla, pero no tuvo éxito. La llamada se redireccionaba al buzón de voz.

Esther Arroyo optó por ir al Ministerio Público en Atotonilco de Tula a interponer la denuncia y para que levantar la Alerta Amber.

Los primeros días, dijo, obtuvo un buen trato por los agentes y el personal de la agencia Fiscalía en Atotonilco de Tula, Hidalgo, pero la situación cambió con el paso de los días y principalmente cuando su ex yerno fue llamado para ser interrogado.

“Los agentes del MP al principio me trataban bien, pero después de que acudió la ex pareja, la Ministerio Público cambió mucho conmigo y yo, ahí mismo sentí que había corrupción”, comentó.

Como muchos casos de familiares de personas desaparecidas, las indagatorias, indicios y búsqueda han sido realizadas principalmente por la madre.

“Yo le llevé al Ministerio Público muchos indicios, les pedí que hicieran una entrevista”, abundó la madre.

La afectada destacó que también solicitó una orden de cateo y una investigación exhaustiva al ex esposo de su hija, pero afirmó que las autoridades no le hicieron caso.

“Él se presentó a declarar, y en sus versiones, se ha contradicho. Yo le pregunté a la Ministerio Público en relación a las contradicciones del hombre, pero que ella me respondió que no las había visto todavía, que no ‘ha tenido tiempo’”. Hasta la fecha no hay progresos ni rastros de Lucero. Esther afirma que las autoridades le prometieron un rastro de celulares, “pero no han hecho nada”.

La entrevistada insistió que sólo ha recibido largas y ha sido revictimizada. “Una agente del Ministerio Público me dijo ‘no está en sus manos” encontrar a mi hija. Yo le dije que cómo era posible que me dijera eso, no fuera un familiar de ellos porque ahí sí estarían buscando rápido”, platicó la mujer.

Actualmente, precisó la mujer, la carpeta de investigación fue retirada de Atotonilco de Tula y enviada a Pachuca, en donde le han informado que siguen en la indagatoria.

María Esther Arroyo lanzó un llamado a autoridades que correspondan para que encuentren a su hija e investiguen a fondo a su ex yerno, de quien sospecha.

“Pedimos justicia y ayuda porque las autoridades no hacen nada, yo no veo ningún avance”, dijo. La mujer también emitió un mensaje donde clama porque regresen con vida a Lucero: “A mí hija, donde quiera que esté, ella sabe que yo la voy a buscar cómo sea. A las personas que la tengan: les pido que se apiaden de mí y que me la regresen a casa, y que Dios los bendiga porque solamente Dios es el que los va a juzgar y no yo. Yo pido que se haga lo que se tenga que hacer para recuperar a mi hija”.


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