José Antonio Román
Periódico La Jornada
Jueves 16 de marzo de 2017, p. 7
Familiares de Humberto Morales Sántis, niño de 13 años de edad originario de Ocosingo, Chiapas, y varias organizaciones y colectivos civiles se manifestaron frente a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para denunciar el asesinato del menor por un grupo paramilitar denominado Los Petules.
Alfredo Morales, padre del menor, señaló que tuvieron que llegar a la Ciudad de México para exigir justicia, porque en Chiapas nos han cerrado todas las puertas de la justicia, a pesar de que desde hace varios años han denunciado la represión de esos grupos paramilitares que trabajan con la complicidad de corporaciones policiacas.
El pasado 28 de febrero fue encontrado boca abajo el cuerpo del niño Morales Sántis en el ejido El Carrizal, municipio de Ocosingo; tenía un impacto de bala en la cabeza y presentaba huellas de tortura, entre ellas un brazo roto. De acuerdo con versiones de los familiares, el menor salió por leña y ante el retraso de más de seis horas, integrantes de la comunidad fueron en su búsqueda, encontrándolo muerto.
La comunidad indígena de El Carrizal forma parte del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), y sus integrantes, desde hace varios años, han sido acosados por grupos paramilitares. Aseguran que se han registrado varios asesinatos y agresiones.
Durante la manifestación, las organizaciones, entre ellas el FNLS, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos Hasta Encontrarlos, Comité Cerezo México, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui, y la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos, exigieron la salida de los paramilitares de sus tierras y justicia para Héctor Sántis López, ejecutado en noviembre de 2015, y Fidencio Gomez Sántis, quien el 23 de marzo cumple un año desaparecido, en hechos que siguen impunes.