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Respuesta del Comité Verdad Justicia y Libertad Jacobo y Gloria

Al artículo Aclaraciones sobre la Amnistía

Viernes 17 de marzo de 2006, por Comité Cerezo México

Sobre la ley de amnistía, y la lucha de los presos políticos en general

17 de marzo de 2006

Compañeros,

Nos parecen muy acertadas algunas de sus observaciones que hacen en el artículo que mandaron en relación a la ley de amnistía, por lo que queremos aquí precisar algunos puntos y abundar en otros, con el ánimo de impulsar un diálogo constructivo sobre este tema, que ya mucha falta hace. Asimismo, queremos aprovechar la ocasión para compartir nuestro análisis sobre esta lucha por la libertad de todas y todos los presos políticos y contra la impunidad.

Efectivamente, la amnistía no significa el perdón ya que esto está constituido legalmente en el concepto de "indulto". La amnistía se entiende como una declaración por parte del estado (en este caso, por medio del Congreso de la Unión) de olvido del delito cometido por el preso. Esta aclaración nos parece importante porque los conceptos tienden a jugarnos bromas, ya que uno sólo puede tener un sinnúmero de significados. Cada persona que lo utilice añadirá además un elemento subjetivo al concepto, reduciendo las discusiones más encontradas a meros problemas de semántica y de interpretación. Por ello, es importante que en nuestro análisis tengamos un entendimiento colectivo de los conceptos que utilizamos para evitar discusiones espurias. Habiendo ya quedado claro lo que es (o mejor dicho, lo que no es) la amnistía, pasemos a nuestro análisis.

Primero que nada debemos dejar claro que nosotros no estamos opuestos a una ley de amnistía. El que se diera dicha ley sería un avance en la lucha, ya que podría ayudar en la liberación de todos nuestros presos. Sin embargo es importante que nuestras acciones estén enmarcadas en un análisis profundo de la realidad social y podamos entender cada una de las dimensiones y aspectos de los procesos en los que nos encontramos. Nos parece que debemos empezar por reconocer que la forma en que salgan los presos políticos no es lo primordial en sí. Que si salen por una ley de amnistía o por cualquier otro proceso jurídico, esto no es lo determinante, ya que estos son sólo mecanismos jurídicos que responderán a los procesos políticos que logremos trabajar. La ley de amnistía es sólo una FORMA jurídica, por lo que el objetivo de nuestra lucha se vería reducido si se centrara en demandar esta ley. El factor determinante para la salida de todos y todas las presas políticas del país es EL MOVIMIENTO SOCIAL y la fuerza social que éste logre acumular. Para que salgan todos nuestros presos políticos es necesario que el movimiento social en su más amplio sentido RETOME LA DEMANDA por la libertad de los presos políticos como una demanda principal. Este es el factor necesario para la libertad de los presos políticos. Si se logra esto, la forma jurídica en la que se dé su salida resulta un tanto irrelevante, por lo que se vuelve absolutamente necesario que nuestros esfuerzos los concentremos en fortalecer al movimiento social, y a dar un nuevo peso dentro de éste a la demanda por la libertad de los presos políticos. El objetivo de nuestra lucha, de la lucha de los presos políticos, no puede reducirse a una ley de amnistía, es decir, no puede reducirse a las formas. El objetivo principal es más amplio y al conseguirse éste, las formas se darán por inercia.

¿Entonces, cuál debe ser el objetivo de la lucha de los presos políticos? Nosotros pensamos que el objetivo de nuestra lucha tiene muchas facetas y muchas dimensiones, sobre las cuales abundaremos más adelante. Por ahora podemos decir que el objetivo principal y totalizante del movimiento por la libertad de los presos políticos es precisamente ello, la libertad de todos los presos, pero esto no es todo, para que este objetivo pueda cumplirse en su totalidad debemos luchar por que ya nunca más haya presos políticos, es decir, debemos en este proceso denunciar al actual sistema que no sólo permite la existencia de presos políticos, sino que tiene como política la criminalización de la lucha social, y se sostiene con la impunidad. Para que no haya más presos políticos, deben dejar de existir las condiciones que permitan la existencia de presos políticos. La libertad inmediata de todos los presos políticos debe ser un momento esencial en esta lucha, pero la lucha en sí es más grande.

Sin embargo, hasta ahora el objetivo pareciera un tanto abstracto y general. No podemos detenernos aquí, sino que debemos aterrizar en los aspectos concretos y tangibles de nuestro objetivo, los cuales puedan ser visualizados y nos permitan organizarnos y movilizarnos. Para conseguir la libertad de los presos políticos es necesario convertir esta demanda en una demanda grande y visible dentro del movimiento social. Es imperante que el movimiento retome como eje principal de lucha esta demanda. Aquí retomamos la invitación que hace el delegado Zero a todas las organizaciones de la Otra Campaña:

"...Nos hemos comprometido como zapatistas, y estamos invitando a las demás organizaciones y a todos los miembros de la Otra Campaña a que pongamos en primer lugar, en esta primera gira, la exigencia de libertad a todos los presos políticos, a todas las presas políticas y la cancelación de todas las órdenes de aprehensión que hay contra luchadores sociales, sea a nivel municipal, estatal o federal"

(Subcomandante Marcos).

En efecto, pensamos que la lucha por la libertad de los presos políticos y contra la impunidad debe ser medular.
Pero el retomar la demanda de los presos políticos, no puede ser sólo de forma nominal. Esta lucha la debemos de tomar todos, no sólo las organizaciones que tenemos presos, sino todos. Asimismo, debemos de retomar esta lucha no sólo en principio, sino lograr que en cada movilización, en cada evento, en cada actividad, se exija la libertad de nuestros presos, y se denuncie la impunidad y la criminalización de la lucha social. Para lograr la libertad de nuestros presos debemos, por medio del movimiento social y la presión que éste pueda ejercer, convertir la excarcelación de nuestros presos en una necesidad política para el estado, y para esto debemos lograr construir los mecanismos necesarios que nos permitan alcanzar este objetivo. Es aquí donde, concretamente, debemos retomar esta idea que propone el delegado Zero en Oaxaca de una campaña o un movimiento nacional por la libertad de todos los presos políticos.

Como podemos observar, el objetivo de la lucha por la libertad de los presos políticos, es amplio y multifacético, pero también tiene objetivos inmediatos y concretos. Es por esto que (regresando al tema de la ley de amnistía) no podemos como movimiento social, retroceder y reducir la lucha a sólo conseguir algo que no es más que un mecanismo jurídico. Esto no significa que se renuncie a la posibilidad de conseguir una ley de amnistía. Como ya hemos mencionado, si ésta se da, sería muy bueno. Pero el que se dé una ley de amnistía, y lo más importante, el que ésta se traduzca en la libertad de todos nuestros presos, presupondría lo que ya hemos mencionado, que la excarcelación de los presos políticos se hubiera convertido en una necesidad política para el estado.

Habiendo ya aclarado esto, pasemos ahora a analizar la ley de amnistía en sí. Dicha ley, así como las muchas otras formas jurídicas, tienen sus ventajas y desventajas. Efectivamente, con la ley de amnistía, el preso queda libre sin tener que reconocer los delitos que no cometió. Obviamente, esto también resultaría en caso de una revisión de los procesos jurídicos de cada preso político en donde se compruebe la detención arbitraria y tortura, invalidándose los procesos, o simplemente en caso de una absolución. En todos estos escenarios el preso quedaría libre sin tener que reconocer los delitos imputados, (claro que con la ley de amnistía, ésta podría generalizarse a todos los presos políticos - y a otros que no son precisamente presos políticos como ya veremos más adelante).

En caso de lograrse una ley de amnistía amplia (con una gran presión social), sí podría darse una cancelación de las órdenes de aprehensión existentes. El que estas órdenes sean canceladas sería indudablemente una victoria importante en la lucha. Dicho esto, es importante recalcar y no perder de vista que no puede terminar aquí la lucha, ya que al cancelarse una orden de aprehensión se activan un número mayor de nuevas órdenes. Esto se ve muy claro en la actual represión que se está dando en torno a la Otra Campaña, en la cual cada vez hay más compañeros con órdenes de aprehensión. Pareciera que es mayor el número de nuevas órdenes de aprehensión que el de las que son canceladas. Es por esto que pensamos que este objetivo no puede reducirse sólo a la cancelación de las órdenes de aprehensión, sino que tiene que atender las condiciones sistémicas que permiten este tipo de represión. Ojo, no estamos diciendo que esta lucha no es importante, pues sí lo es, sino que no puede terminar ahí. La cancelación de las órdenes de aprehensión existentes contra luchadores sociales sería un paso más hacia el objetivo.

En cuanto a la desaparición del "record criminal" de los expresos políticos, nos parece que este es un beneficio importante en su aspecto práctico, en el sentido de que, como dicen los compañeros, no se verían afectadas "sus próximas detenciones". Claro que aquí tendríamos que precisar dos cosas. Primero, lo que buscamos es que ya no haya más "próximas detenciones". Y segundo, que todo "record criminal" que emane de un sistema legal arcaico, corrupto y viciado, en donde se tortura luchadores sociales y se protege impunemente a torturadores y represores, no puede ser legítimo.

También nos parece importante precisar que en México sí ha habido casos en donde las leyes de amnistía (si bien no federales) no han beneficiado a los presos políticos sino que éstas han sido manipuladas para que resulten beneficiadas personas ajenas a la lucha social, y en algunos casos, el pueblo ha denunciado que los beneficiados han sido los mismos represores. Este es el caso de la ley de amnistía promulgada el 10 de noviembre del 2002 en el estado de Guerrero, sobre la cual incluso las comisiones unidas de Justicia y Derechos Humanos parlamentarias, después de ser presionadas por las organizaciones sociales, escribían en un informe presentado en abril del 2003 lo siguiente:

"Por conducto de la Comisión de Gobierno de esta legislatura, se recibieron diversas peticiones formuladas por organizaciones sociales, en las que solicitan que esta soberanía popular haga una revisión de la Ley de Amnistía, en virtud de que a su juicio la misma no ha cumplido con las expectativas sociales esperadas toda vez que la gran mayoría de sus destinatarios no fueron beneficiados, sino que resultaron beneficiadas personas distintas a aquellos luchadores sociales por los cuales solicitaron la promulgación de la ley, por cuya razón consideran que este proceso de amnistía y reconciliación social resulta inoperante."

Como podemos ver, la posibilidad de que una ley de amnistía sea manipulada por el estado para no beneficiar a los presos políticos y para dar un golpe al movimiento social es muy real, dado que ya hay experiencias sobre ello. Sin embargo, esto no significa que deba ser descartada por ello la lucha por una ley de amnistía. Simplemente decimos que es necesario apegarse lo más posible a la realidad para poder hacer un balance de los riesgos potenciales, y de cómo hacer para que el esfuerzo del pueblo organizado no sea en vano. Tendríamos que analizar qué condiciones permitirían que una posible ley de amnistía fuera manipulada. Pensamos que este escenario es posible cuando no se ha convertido en necesidad política la libertad de los presos políticos, es decir, cuando el movimiento social no es lo suficientemente fuerte y no le ha dado la importancia suficiente a la demanda por la libertad de los presos. No debemos olvidar que el estado no nos va a regalar la libertad de nuestros presos. Es el pueblo, somos nosotros los que tenemos que arrebatarla. La posibilidad de que se dé una ley de amnistía existe y no la descartamos, pero sí tenemos claro que este no es el objetivo final, ni el único camino para lograr el objetivo, sino más bien es una de las tantas formas que podría tomar la excarcelación una vez que hayamos avanzado en nuestros objetivos reales.

En entrevista con el periódico el Sur de Acapulco, Gloria Arenas, presa política en el penal de Chiconautla, abordó brevemente este punto. Sin embargo, por pequeños errores de redacción, propios de toda entrevista en circunstancias difíciles, algunas de sus declaraciones pueden prestarse a confusiones. Particularmente, en el párrafo en donde se lee:

"Descartada la lucha por una Ley de Amnistía Federal General para los presos políticos del país y de exigir la otorgue el nuevo presidente, Gloria confía más en la organización del pueblo. "Sé que en sus manos está que un día recuperemos la libertad."

Efectivamente, Gloria confía en la organización del pueblo, y no sólo confía, sino que está segura que sólo con la organización del pueblo, se podrá lograr su libertad. Sin embargo, Gloria no descarta la idea de una ley de amnistía, sino que ve que el factor determinante para lograr su libertad y la de todos y todas las presas políticas es la ORGANIZACIÓN POPULAR, el MOVIMIENTO SOCIAL. La forma jurídica que tome la excarcelación es sólo coyuntural.

Lo anterior nos lleva a un último punto muy importante. Es necesario entender que el problema de los presos políticos no es un problema de unos cuantos, o de un grupo en particular, o de una temporada. El problema de los presos políticos ha sido un problema vigente desde hace ya mucho tiempo y lo será vigente en el futuro próximo. Cada vez hay más presos políticos y por cada uno que sale, muchos otros luchadores sociales son detenidos, torturados y encarcelados. Es por esto que es necesario que la lucha por los presos políticos pueda consolidarse dentro del movimiento social, creando estructuras y mecanismos que permitan el trabajo a corto y largo plazo, denunciando y luchando contra la criminalización, la tortura, detención arbitraria, etc. La libertad inmediata de los compañeros presos actualmente es una demanda necesaria, pero ésta sólo es un momento de la lucha, que es más amplia. Mientras no se atiendan las condiciones que permiten la existencia de presos políticos, la lucha no se habrá terminado, es decir, el objetivo de la lucha seguirá siendo vigente.

Ya para concluir, queremos decir que estamos de acuerdo con lo que comentan de la parte ética. Como ya hemos expresado, no se puede ni debe dejar de luchar por la libertad inmediata de los presos políticos, así como tampoco se puede dejarlos a su suerte en condiciones carcelarias inhumanas. Lo que es más, esta parte es primordial y es lo que nos mueve. Así tampoco, por razones éticas, se podría luchar sólo por un número reducido de presos, o sólo por los presos actuales, sino que ética y moralmente se tiene que incluir a todos y todas las presas políticas en la lucha, sea ésta con las formas jurídicas que sean necesarias. Si se busca una ley de amnistía, ésta necesariamente tendría que incluir a todos los presos políticos, pero más importante es que el movimiento retome la demanda de todos y cada uno de nuestros presos, con nombres y apellidos, como ya bien señaló el subcomandante Marcos en septiembre.

Efectivamente, nuestros presos no tienen problemas con ser liberados con una ley de amnistía, ni con cualquier otro medio jurídico que pueda resultar en el mismo fin, la libertad, pues están conscientes que estos medios son sólo formas legales, es decir mecanismos que no tienen significado por sí solos. El factor necesario para lograr la libertad de los presos políticos es la MOVILIZACIÓN SOCIAL, la conformación de una DEMANDA AMPLIA Y GENERAL que exija la liberación de TODOS Y TODAS las presas políticas, y así DENUNCIE al sistema que permite y cada día comete más violaciones a los derechos humanos, la conformación de un MOVIMIENTO NACIONAL AMPLIO por la libertad de los presos políticos. Es necesario que todas las organizaciones retomen esta demanda en general, SEAN O NO SEAN ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS, TENGAN O NO TENGAN PRESOS POLÍTICOS. Los presos políticos saldrán cuando el movimiento social en general y en su sentido amplio, retome la demanda de la libertad de los presos políticos y contra la impunidad como demandas PRINCIPALES de toda lucha socia l.

Comité Verdad Justicia y Libertad Jacobo y Gloria

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