Por Guadalupe Lizárraga
CIUDAD DE MÉXICO.- Ante la denuncia de corrupción contra Raúl Plascencia Villanueva como titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en México, el PRI promueve en su lugar a Mauricio Farah Gebara, según usuarios de las redes sociales que han seguido cientos de casos de violaciones de derechos humanos omitidos por esta institución.
Farah Gebara ya había aspirado a la candidatura para dirigir la CNDH en 2009, impulsado por el priista Manlio Fabio Beltrones. Sin embargo, no tuvo éxito en su contienda contra Plascencia Villanueva quien fue propuesto por la ama de casa Isabel Miranda de Wallace, destacada por sostener la simulación del secuestro y homicidio de su hijo desde 2005, en complicidad con agentes ministeriales de la Procuraduría General de la República.
El aspirante a dirigir hoy la CNDH también fue promovido por Beltrones como secreratrio general de la Cámara de Diputados, con un cuestionado sueldo que superaba por dos millones de pesos al año a los diputados. De acuerdo a las redes sociales, si no se logra promover un a candidato ciudadano para dirigir esta institución, se impondrá a Farah Gebara "el candidato del PRI".
Para Francisco Cerezo, activista de derechos humanos y uno de los coordinadores del Comité Cerezo, la CNDH es parte del sistema que se denuncia por abuso y violaciones. No obstante, señala, que “si la persona que dirige una institución supervisora de nuestros derechos viene de los movimientos sociales con una trayectoria reconocida, hay más garantía de que algo pueda pasar. Pero cuando viene de una recomendación política, la función de la CNDH –como ha sido todos estos años- es la de encubrir al gobierno en turno”.
Cerezo enfatiza que todo este tiempo ha sido muy difícil la relación con la CNDH. “Gran parte de las organizaciones abocadas a la defensa de los derechos humanos en México decidimos no trabajar con ella, solo notificamos que está habiendo violaciones a los derechos humanos, pero sabemos que no hay una solución al problema”, apuntó el activista.
Explicó que las fallas de una institución como la CNDH no se solucionan cambiando a la persona que la dirige nada más, porque es un problema estructural. Cerezo especificó que “la CNDH -tal como está concebida institucionalmente- no permite que las violaciones de derechos humanos en México sean documentadas puntualmente y terminen en investigaciones serias e imparciales a los verdaderos responsables de las violaciones”.
Con respecto a la propuesta del gobierno ejecutivo para nombrar a Mauricio Farah dijo responder más a una feria de candidatos para hacer valer sus relaciones políticas e influencia, y que ello sólo pretende disimular el problema estructural de las violaciones de derechos humanos en México.
Por su parte, David Bertet, presidente de la Asociación Canadiense por el Derecho y la Verdad, y otro de los denunciantes contra Plascencia, señaló que mientras la defensa y la documentación de las violaciones de derechos humanos dependan del tráfico de influencias como ha sucedido en el caso Wallace, el Estado mexicano seguirá simulando compromisos y falso interés por el respeto a los derechos humanos, mientras las verdaderos víctimas están indefensas.
Ante la posibilidad de que Farah sea el sucesor de Plascencia opinó que se pone de relieve de nueva cuenta las influencias de los candidatos y no su trayectoria ética y profesional. “El gran fiasco que nos hemos llevado con Raúl Plascencia propuesto por Isabel Miranda Torres es la fractura de la justicia mexicana al fallar la CNDH con su misión en el registro puntual de violaciones de derechos humanos, en este caso, a una decena de familias víctimas por parte de servidores públicos corrompidos por la misma persona que impulsó a Plascencia, Isabel Miranda de Wallace”, comentó.
Enfatizó Bertet que el caso Wallace es un claro ejemplo de la corrupción no sólo de la CNDH, sino del Estado que solapa y participa directamente en estas violaciones como es el fabricar culpables.