Familiares de Luis Alberto Mejía Rodríguez, preso en el penal de máxima seguridad de Hermosillo, Sonora, denunciaron diversas violaciones a sus derechos humanos, entre ellas, la detención arbitraria, tortura y amenazas de muerte a él y su familia, además de que se sembraron evidencias con las que se pretende inculparlo de un delito que, aseguran, no cometió.
Mejía Rodríguez, de 21 años, fue detenido el pasado 5 de junio, en Pátzcuaro, Michoacán en su lugar de trabajo y días después fue trasladado al penal de máxima seguridad de Hermosillo hasta donde se ha tenido que trasladar su familia para conocer su situación jurídica.
Y es que a casi tres meses de su detención, la familia no ha podido tener acceso al expediente, radicado en Morelia, se sabe que tiene como defensor a un abogado de oficio y que el proceso se encuentra en la etapa de ofrecimiento de pruebas.
Su padre, Mario Mejía relató cómo fue la detención ocurrida en un café internet en el cual trabajaba, cerca de su domicilio, en la colonia Vista Bella, en Pátzcuaro. Dos hombres encapuchados se bajaron de una camioneta pick-up blanca sin placas de circulación y entraron al lugar cortando cartucho, amenazando a las personas que ahí estaban diciéndoles: "Si abren la boca les vamos a partir su madre".
Inmediatamente le cubrieron el rostro y se lo llevaron en la misma camioneta hacia un cerro cercano a Pátzcuaro, en donde lo siguieron golpeando.
El joven, integrante de la Organización Campesina, Indígena y Popular Ricardo Flores Magón, que forma parte del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) fue golpeado nuevamente por los militares, quienes le dijeron que eran autodefensas y le exigían bajo amenazas de muerte contra él y su familia que colaborara con ellos.
Después de varias horas y de percatarse de que quienes lo golpearon abandonaban el lugar, escuchó que llegaban otros sujetos, quienes le descubrieron la cabeza y fue cuando se percató de que eran militares, quienes levantaban unos paquetes de presunta droga, por lo que fue trasladado a Morelia a la Agencia Cuarta de la Procuraduría General de la República (PGR), en donde fue entregado.
Fue hasta las 11:00 horas del 6 de junio que miembros del Comité Popular y de Derechos Humanos del FNLS pudieron verlo y obtener su testimonio.
Luis Alberto Mejía Rodríguez, es hijo de un miembro del FNLS, de ocupación artesano y ambos han participado en diversas actividades políticas que ha impulsado su organización en Michoacán, la más reciente fue la movilización de la Semana Internacional del Detenido Desaparecido en la ciudad de Morelia y la exigencia de la presentación con vida de Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, desaparecidos, en el año 2007.
DE PÁTZCUARO A HERMOSILLO; CAMINO DE MAS AGRAVIOS
De acuerdo con información dada a conocer por el Comité Cerezo, que ha dado seguimiento al caso, Luis Alberto Mejía Rodríguez tuvo contacto telefónico con su familia hasta el 9 de agosto por la mañana, pero 14 días después sólo su madre, Evelia Rodríguez pudo verlo.
El relato de la madre del joven evidencia otras anomalías desde el traslado hacia el Cefereso número 11 ubicado en Sonora.
Evelia Rodríguez Castillo, madre de Luis Alberto, viajó junto con otros dos de sus dos hijos Heriberto y Mario Mejía Rodríguez, el lunes 16 de junio, desde Pátzcuaro, Michoacán, de donde salieron a las 16:00 horas.
"Durante el trayecto tuvimos que pasar por varios retenes policiacos, de federales y de soldados, en dichos retenes nos pararon, nos quitaron la fruta que llevábamos y la tiraron, no nos dejaron nada de los que llevábamos para comer durante el viaje", denuncia la madre.
En todos los retenes que pasaron fueron detenidos y revisaban minuciosamente la camioneta en donde viajaban.
"Quitaron las tapas de las puertas y casi las querían desarmar. El hecho de traer placas de Michoacán nos hacía sospechosos de llevar droga, en cada retén nos preguntaban qué a que nos dedicábamos, les decíamos que éramos artesanos y les mostrábamos las credenciales y no muy bien nos creían ni nos respetaban", recuerda Evelia.
Tras dos días de viaje, hacia el miércoles 18 de junio, a las 7:00 horas, la madre y los hermanos de Luis Alberto Mejía llegaron a Hermosillo y se fueron directamente al Cefereso.
"Ahí no nos permitieron entrar porque no vestíamos adecuadamente, nos regresamos a la ciudad de Hermosillo y al siguiente día, jueves 19 regresamos". Sólo dejaron entrar a la mamá de Luis Alberto.
"Cuando entré, me pidieron que pusiera la credencial en las cámaras y dijeron que firmara dos veces. Pasé por una máquina, me tomaron las huellas, me pidieron la credencial, pase a otra revisión, me quitaron toda la ropa y zapatos, caminé por el alambrado y volví a firmar dos veces, me volvieron a pedir la credencial, por fin pude ver y platicar con mi hijo. Sólo pude platicar 45 minutos (…), me dijo que no lo golpeaban", relata.
Al concluir la visita le hicieron lo mismo, le quitaron la ropa, los zapatos e incluso le revisaron el cabello.
Su viaje de regreso, no estuvo exento de más vejaciones, uno de los hermanos de Luis Alberto tuvo un fuerte dolor en el estómago, por lo que lo llevaron al hospital de Hermosillo, en donde lo atendieron luego de pagar mil 400 pesos de dos mil que les solicitaban para realizarle un estudio.
"Estuvo 30 horas sentado en una silla porque no había camas y luego se sintió mejor, y los doctores no nos dieron respuestas de lo que tenía y lo dieron de alta, y después de eso seguimos el camino de regreso a Michoacán y llegamos con bien hasta Pátzcuaro".
La familia, dedicada a la artesanía de madera desde hace más de 40 años, asegura que Luis Alberto es inocente de las imputaciones que quieren atribuirle y exigen su libertad.
"Somos una familia de artesanos de bajos recursos que conseguimos para poder ir a verlo hasta donde lo tienen. Hasta la fecha de ahora (agosto de 2014) nos hemos gastado entre 10 mil y 12 mil pesos".
Aunque no padece ninguna enfermedad o alergia que le haga depender de algún medicamento o aparato, se desconoce el estado de salud actual del detenido.
Cabe mencionar que esta no es la primera vez que un familiar de esta familia se encuentra preso, ya que su padre Mario Mejía fue encarcelado y torturado por motivos políticos por policías municipales y estatales en Pátzcuaro, Michoacán, el 20 de octubre de 2011, junto con otros tres de sus compañeros, Domingo Morales, Santiago Silva Hernández y Leobardo Reyes Meza en una actividad de la campaña de mayo por la presentación con vida de los detenidos-desaparecidos.
El Comité Cerezo, organización defensora de derechos humanos emitió, el 6 de junio, una acción urgente en la que exigen al gobierno federal tomar las medidas apropiadas para garantizar la seguridad e integridad física y psicológica de Luis Alberto Mejía Rodríguez, de sus familiares ante las amenazas realizadas en su contra y miembros de su organización.
Realizar una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas en agravio de Luis Alberto Mejía Rodríguez, que se aplique el Protocolo de Estambul y que los resultados de la investigación se hagan públicos y que los responsables de esos hechos comparezcan ante la justicia.
Además de investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas antes, durante y posterior a este hecho y que los resultados de la investigación se hagan públicos, y que los funcionarios públicos responsables de esos hechos comparezcan ante la justicia.
De manera general, conformar sus acciones a lo dispuesto por los Pactos y Convenciones Internacionales de derechos humanos firmados y ratificados por México.
Y a los organismos nacionales internacionales de protección de los derechos humanos, que en la medida de sus atribuciones externen al Gobierno Mexicano su preocupación ante la gravedad de estos hechos e insten al gobierno mexicano a que atienda las peticiones planteadas.
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