BRUSELAS (apro).- El Consejo de la Unión Europea (UE) rechazó hacer del conocimiento público los reportes de las discusiones que sostiene con altos funcionarios del gobierno de Felipe Calderón en el marco de los diálogos de derechos humanos, a pesar de que sus lineamientos internos contemplan que tales reuniones deben ser “genuinamente transparentes” y promover la participación ciudadana en su “conducción, seguimiento y evaluación”.
Luego de las insistentes peticiones públicas de eurodiputados y organizaciones no gubernamentales para que los diplomáticos europeos informaran debidamente del contenido de las discusiones, el pasado 17 de mayo el corresponsal solicitó el acceso a las “minutas” de la primera reunión de diálogo sobre derechos humanos entre México y la UE, celebrada el 12 de mayo de 2010 en la Ciudad de México, así como de la segunda, que tuvo lugar el 2 de marzo de 2011 en Bruselas.
Tal solicitud tuvo como base legal el reglamento CE 1049/2001, relativo al acceso público a los documentos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisión, y fue registrada por la referida institución el 18 de mayo con la referencia 1030-1031 ws/ns.
El 3 de agosto, la Secretaría General del Consejo de la UE respondió que “no podía dar curso favorable a la solicitud” porque, “desgraciadamente, los diálogos sobre derechos humanos no tienen minutas como tales”, en referencia a las anotaciones o apuntes que se registran a manera de memoria durante el encuentro y que son clasificados como documentos oficiales.
En su respuesta, ese organismo reconoce que sí existe registro documental de lo que sucedió en esas reuniones, pero alega que se trata “tan solo (de) informes de trabajo estrictamente internos a la UE”, los cuales deben mantenerse secretos debido a que “contienen opiniones y análisis cuya divulgación podría afectar las relaciones con México y debilitar la posición de la UE ante este país, así como ante otros países en el marco del diálogo de los derechos humanos”.
Por tanto, la institución considera que esos reportes están tipificados como una excepción al citado reglamento 1049/2001, con el objetivo de proteger las “relaciones internacionales” de la UE, por lo que ni siquiera puede autorizar un acceso parcial.
Generalidades
Los diálogos sobre derechos humanos han estado marcados por el extremo hermetismo de las autoridades, tanto europeas como mexicanas; la única información pública que emitieron tras el segundo diálogo fue un escueto comunicado conjunto que en la presentación europea consta de apenas seis párrafos, tres de ellos dedicados a enlistar a los funcionarios asistentes y oficinas de gobierno representadas.
En relación al contenido de la reunión sólo hace alusión a planteamientos generales y no entra en detalles de la misma o en casos concretos de violaciones a las garantías individuales.
“El propósito principal de los encuentros –indica la UE en el comunicado– fue intercambiar puntos de vista sobre derechos humanos en ambas regiones y profundizar los mecanismos de cooperación bilateral en la materia.
“México –continúa– presentó algunas de sus prioridades en materia de derechos humanos y modificaciones legislativas, incluyendo la reforma constitucional a los derechos humanos y las reformas a los sistemas de justicia criminal y militar. El diálogo permitió conversar sobre avances legales e institucionales recientes, incluyendo la protección de los defensores de derechos humanos, la prevención de la violencia de género y el cumplimiento de obligaciones internacionales en la materia”, finaliza la parte concerniente a la situación mexicana.
En el comunicado conjunto del primer encuentro, fechado el 12 de mayo, se expone el desarrollo del diálogo en los mismos términos genéricos: “El propósito principal fue realizar consultas sobre las respectivas situaciones de derechos humanos, (e) incluyó temas como la libertad de expresión, los defensores de derechos humanos, la violencia de género, los pueblos indígenas, y la participación de las fuerzas armadas en funciones de seguridad pública”.
Los diálogos de alto nivel en materia de derechos humanos entre México y la UE fueron instituidos oficialmente el 16 de mayo de 2010 en el Plan Ejecutivo de la Asociación Estratégica bilateral, aprobado el 13 de octubre de 2008 por el Consejo de la UE, luego de que el gobierno panista demandara ese reconocimiento político.
Dicho Plan Ejecutivo lo negoció la UE con las autoridades mexicanas y no prevé ninguna influencia de la sociedad civil o apertura informativa. Sí lo contemplan, en cambio, las Líneas directrices de la UE que rigen sus diálogos en materia de derechos humanos con terceros países desde 2001.
En su punto número siete, esos lineamientos promueven que tales diálogos sean “genuinamente transparentes” y que “involucren a la sociedad civil en su conducción, seguimiento y evaluación”; incluso insta a “organizar seminarios con representantes de la sociedad civil del tercer país para discutir temas a profundidad, en paralelo al diálogo formal (con las autoridades)”.
Más aún: tales lineamientos consideran “realizar conferencias de prensa conjuntas, así como entrevistas con la prensa luego de cada sesión de un diálogo”, lo cual no ha ocurrido en el caso de México. Por otro lado, sólo después de las presiones que ejercieron las organizaciones defensoras de los derechos humanos de ambos lados, la UE anunció el 14 de marzo la celebración de un seminario previo al diálogo del próximo año.
Reclamos
El 3 de marzo de 2011 tuvo lugar en el Parlamento Europeo una conferencia sobre feminicidios en México. Ahí, la eurodiputada austriaca Ulrike Lunacek, del grupo del Partido Verde Europeo (PVE), se quejó de la falta de información sobre el diálogo de un día antes con los funcionarios mexicanos.
Preguntó a Gianfranco Bochicchio, oficial de la unidad para México del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), si en ese encuentro los europeos habían abordado el asunto del incumplimiento del gobierno mexicano respecto a las obligaciones impuestas por el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh) en el caso de los feminicidios de Campo Algodonero. Bochicchio no contestó a la pregunta concreta de la eurodiputada, quien insistió, sin éxito, en pedirle precisiones.
En una carta dirigida el 18 de marzo a la jefa de la delegación de la UE en México, Marie-Anne Coninsx, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los derechos para todos y todas”, conformada por 69 ONG, acusó la falta de consulta previa al diálogo que tuvo lugar el 2 de marzo en Bruselas.
Lamentó que, “aun cuando el encuentro se llevara a cabo en Europa, la falta de consulta local con las organizaciones mexicanas previa al evento imposibilitó que se pudiera contar con nuestros insumos en el diálogo (entre autoridades)”.
Días después, durante la conferencia “Derechos humanos en México: los defensores de derechos humanos piden ser protegidos”, celebrada el 29 de marzo también en el Parlamento Europeo, el grupo político de Lunacek solicitó a María Gotsi, quien pertenece a la misma unidad que Bochiccio, un reporte detallado del diálogo.
Anteriormente, el 14 de marzo, la eurodiputada lituana del grupo del Partido Popular Europeo, Laima Andrikienè, requirió a los diplomáticos europeos, durante una reunión del Subcomité de Derechos Humanos, que se especificaran elementos básicos de información no consignados en los citados comunicados conjuntos:
Cuál era la evaluación de la Comisión Europea del Diálogo con México, cuáles habían sido los principales avances y problemáticas, así como los pasos que había dado el gobierno calderonista para mejorar la situación de los derechos humanos en el país desde el primer encuentro de 2010, y cuáles eran las acciones que en la materia implementaría el SEAE en México en el corto y largo plazo.
Ese día, la oficial de la unidad de derechos humanos del SEAE, Claudia Gintersdorfer, se limitó a contestar que el diálogo había sido “una experiencia muy positiva” y que la parte mexicana lo había considerado “una oportunidad para el intercambio de buenas prácticas”; no obstante, admitió que en la reunión se habían examinado “casos individuales” de particular preocupación para la UE, los cuales no reveló.
El reporte que entregó Gotsi al grupo del PVE, el 5 de abril, repite información del comunicado de prensa conjunto y de la intervención de Gintersdorfer días antes.
El pasado 6 de julio los consejeros políticos de las embajadas europeas en México se reunieron con representantes de ONG mexicanas en el marco de las consultas que realizan para delinear su “Estrategia general de derechos humanos para México”, que servirá para definir las prioridades de la UE en la materia y en sus diálogos temáticos con el gobierno del país.
Una fuente presencial –que prefirió guardar el anonimato– comentó a Apro que Juan Carlos Gutiérrez, director general de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), expuso un análisis de la propuesta de ley de seguridad nacional; Brisa Maya Solís, directora del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), se enfocó en el tema de las agresiones contra periodistas; y Alejandro Cerezo, integrante de Acción Urgente para los Defensores de los Derechos Humanos (Acuddeh), describió la problemática que [enfrentan los defensores de los derechos humanos].
Al término de sus presentaciones, Arturo Rodríguez Tonelli, el consejero político de la delegación de la UE en México, invitó a sus colegas a plantear dudas o hacer comentarios, pero todos guardaron silencio, narró la misma fuente, que lamentó la actitud de aparente desinterés que mostraron éstos durante la reunión, que habría durado menos de una hora.